“Novela” en la región: tendrá que pagarle millones al esposo de su amante
Un tresarroyense deberá cobrar más de 75 millones de pesos del amante de su esposa, por los daños que sufrió al enterarse no solo del engaño amoroso -registrado a mediados de ...
Un tresarroyense deberá cobrar más de 75 millones de pesos del amante de su esposa, por los daños que sufrió al enterarse no solo del engaño amoroso -registrado a mediados de los 80- sino que fruto de esa relación había nacido la que creía su hija, que hoy es mayor de edad.
El escándalo de novela acaba de recibir sentencia confirmatoria de parte de la Cámara en lo Civil y Comercial de Bahía Blanca.
El juez de Tres Arroyos consideraba suficiente un resarcimiento del orden de los 13 millones de pesos, pero los camaristas bahienses no solo aceptaron la apelación de N.J.V., el damnificado, sino que elevaron notablemente el monto de la reparación.
Se trata de una historia que La Nueva. dio a conocer hace poco menos de un año, cuando se había planteado la prescripción de la acción, solicitud que finalmente no prosperó.
La infidelidad se originó entre 1984 y 1985, en el lugar de trabajo que compartían su ex (identificada como C.A.T.) y el demandado (J.C.).
Ambos eran empleados de un comercio y un año después el amante se independizó, abrió su propio local y empleó a la mujer.
Según la demanda, valiéndose de sus posibilidades económicas, J.C. "mantuvo la relación clandestina, enmascarando la realidad bajo su calidad de empleador".
La hija del "litigio" nació en 1987 y, según N.J.V., el otro hombre tenía conocimiento del embarazo, ya que su ex trabajó en su negocio al menos hasta 1995.
El "amante" llegó a admitir que con la mujer "tuvo algo", que solo fueron "tres encuentros sexuales", aunque siempre desmintió su "paternidad", hasta que un estudio de histocompatibilidad y ADN -iniciado en una causa judicial aparte, por filiación extramatrimonial- lo dejó sin coartada.
La situación, doblemente traumática -debido a la mentira amorosa y, principalmente, por arraigar la creencia de ser padre biológico- caló hondo en N.J.V.
Dijo que se vio afectada su salud mental (ansiedad, depresión y estrés postraumático) y que también se condicionó su vida social y laboral, más allá de haber asumido y desempeñado el papel de padre como mejor lo pudo hacer, con los cuidados y apoyos que su hija necesitaba, con fuerte vínculo emocional más allá de la realidad genética.
Por el contrario, consideró que "el amante" mostró "desinterés y total despreocupación hacia el prójimo", al ocultar "deliberadamente" su responsabilidad paternal, ya que él siempre se hizo cargo de la alimentación, la vivienda, la educación, la salud y el esparcimiento de su hija.
Lo llamativo del caso es que el hombre desistió de avanzar en la demanda hacia su ex, pese a que en un principio sí lo había hecho. Posiblemente haya entendido que de esa manera afectaría, en modo indirecto, a su hija del corazón.
Incluso el "amante" pidió formalmente "repartir las cargas" con la mujer, pero la Justicia se lo rechazó: "No se la puede condenar a ella si el demandante no quiso avanzar", le respondieron.
"Profunda angustia"Hace algunos días, la Cámara bahiense, con los votos de los jueces Jorge Federico Mercado y Leopoldo Peralta Mariscal, no solo confirmó la demanda sino que amplió los montos hasta llevarla a más de 75 millones de pesos e intereses.
Si bien se descartó el lucro cesante, incrementó el rubro del daño emergente (lo llevó de casi 8 millones a más de 45 millones).
Explicaron que "el amante" dejó de ser empleado para pasar abrir su propio negocio, con lo cual se presume que sus ingresos tuvieron un crecimiento. Así elevaron del 20% al 80% el parámetro de cálculo del Salario Mínimo Vital y Móvil (hoy asciende a 209.946,344 pesos) durante 18 años de la vida de la hija.
De la misma manera se amplió el daño moral, que pasó de 5 millones a 30 millones de pesos.
Tuvieron en cuenta los camaristas "la experiencia que tuvo que atravesar y la afectación que produjo el engaño en su moral, en su dignidad y en su honor (lo que se suma al hecho de haber perdido su condición de padre respecto de quien creía que era su hija)".
Explicaron que si bien es cierto el cálculo de este aspecto, por la falta de cánones objetivos y la gran carga de subjetividad, la situación seguramente generó en el demandante "una profunda angustia emocional", así como "la pérdida de confianza y una fuerte crisis de identidad".
"Entiéndase bien, el actor no solo se vio humillado por el engaño al que se vio sometido, sino que, además, de un momento al otro debió aceptar no ser el padre de quien creyó su hija y crió como tal durante muchos años", sentenciaron.
Un rubro reclamado que se descartó parcialmente fue el del daño psicológico, por no existir elementos de prueba suficientes.
La perito licenciada María Fernanda Alvarado destacó, en su evaluación de enero de 2023, que este tipo de daños no pueden ser evaluados "numéricamente" y que para mayor especificidad se necesitaba un perito médico laboralista.
De todas maneras, se ordenó la cobertura de al menos 12 sesiones de tratamiento.
En definitiva, la Cámara fijó la sentencia en 30 millones de pesos por el daño moral y 45.348.410,303 de pesos por el daño emergente.
Copular sin previsiones...Posible. "Ningún hombre puede ignorar, al menos voluntaria y seriamente, que al copular con una mujer, sin las prevenciones específicas, la probabilidad de una concepción es un hecho posible", había alegado el abogado del demandante
Concreto. "Y si a ello agregamos que dentro de plazos naturales se produce una gestación y embarazo, la participación en la gestación pasa de ser una mera posibilidad, a una concreta probabilidad cierta", agregó.
Descabellado. Una jueza de primera instancia, en principio, le había quitado responsabilidad al "amante" por el embarazo, ya que ella estaba casada con el demandante por aquel tiempo. "Es descabellado. La postura asumida llevaría a la idea de que los niños nacen únicamente y exclusivamente del matrimonio civil o eclesiástico", opinó el abogado del actor.