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Un docente atento, la denuncia y una condena por abuso sexual

Un docente que observó conductas extrañas de una pequeña con retraso madurativo, durante sus clases de educación física, permitió sacar a la luz un caso de abuso sexual que terminó con la co...

Un docente atento, la denuncia y una condena por abuso sexual

Un docente que observó conductas extrañas de una pequeña con retraso madurativo, durante sus clases de educación física, permitió sacar a la luz un caso de abuso sexual que terminó con la co...

Un docente que observó conductas extrañas de una pequeña con retraso madurativo, durante sus clases de educación física, permitió sacar a la luz un caso de abuso sexual que terminó con la condena del padrino de la nena.

En el marco de un juicio abreviado, el juez Hugo Adrián De Rosa, del Tribunal en lo Criminal Nº 1, le impuso una pena de 9 años y medio de cárcel al sujeto -no se lo identifica para preservar a la niña- por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal.

Para el magistrado quedó probado que el imputado, de 57 años, entre mayo de 2022 y marzo de 2023, manoseó a la menor y la obligó a realizar otras prácticas sexuales.

Los hechos sucedieron en un predio ubicado sobre la ruta 22 y comenzaron cuando la niña tenía 8 años.

La investigación se puso en marcha a partir de la denuncia presentada por la directora de la escuela a la que concurría la víctima.

Describió que un profesor del establecimiento la puso en conocimiento de una situación que se produjo en clase, cuando la pequeña había tocado “en sus partes íntimas” a varios compañeros, “sin demostrar pudor, de manera reiterada y naturalizada”.

También señaló que en los días siguientes tomó conocimiento de incidentes similares, lo que “la alarmaron aún más”.

Dijo que también recibió comentarios realizados por la acompañante terapéutica de la nena.

Revelación

La autoridad de la escuela manifestó que con la colaboración de una orientadora educacional, y mediante una charla con técnicas lúdicas, observaron que la nena mostraba temor a ser reprendida o golpeada y señalaba como “su novio” al padrino, describiendo los abusos a los que era sometida cuando concurrían a darle de comer a los animales.

Comentó que de inmediato dieron aviso al Servicio Local del municipio de Villarino y se realizó una intervención con la familia de la víctima.

Un médico de Policía declaró que durante un examen realizado a la niña, la misma efectuó manifestaciones acerca de los hechos padecidos y hablo de “una suerte de naturalización” por parte de la menor.

Por otra parte, una profesional que llevó adelante una pericia psicológica describió que no advirtió tendencia a la fabulación ni mecanismo de desmentida, retractación o disociación en la víctima.

Manifestó que al momento de ingresar al hogar donde fue derivada presentaba “conductas hipersexualizadas” y que “no existió al momento de la entrevista animosidad previa con el denunciado” ni presiones externas.

Golpes y regalos

La pequeña declaró mediante el sistema de cámara Gesell y manifestó que en la casa donde vivía sufría maltratos y era abusada.

A su manera manifestó cómo sucedían los ultrajes y que eran llevados adelante por su padrino, quien le había pedido que no contara a otros familiares con los que vivían lo que sucedía y además le hacía regalos.

También comentó que los adultos con los que vivía la habían golpeado en algunas ocasiones, situación por la que poco después de comenzarse a investigar el caso determinó su traslado a un hogar.

Actualmente la niña cuenta con un adulto responsable a quien fue entregada en guarda, manifestando que está recibiendo cariño, contención y cuidado.

Poner en palabras

Una psicóloga que asiste a la pequeña destacó la capacidad de la víctima para describir lo sucedido.

“Es una niña con grandes recursos a nivel simbólico, y un gran uso de la palabra, es por esto, que logra relatar los detalles del abuso y maltrato sufrido”, describió la profesional.

Agregó que la menor presenta “un claro criterio de realidad que le permite distinguir de la imaginación”.

Coincidiendo con los peritos en cuanto a la ausencia de fabulación o presiones de terceros.

También reseñó temores de la nena y existencia de un estrés postraumático.

Negación

El imputado declaró durante la investigación y negó los cargos en su contra. "No, nada que ver yo", dijo sobre la imputación de los abusos en perjuicio de la menor.

Comentó que vivía en el mismo predio, pero en una casa situada a varios metros de la que ocupaba la pequeña. Sostuvo que la niña siempre estaba acompañada de otros adultos.

Explicó que trabajaba para el dueño de esas tierras y que los problemas comenzaron cuando el sujeto se enteró de que presuntamente le iniciaría una demanda laboral.

El magistrado consideró que las explicaciones del detenido no lograron desvirtuar las pruebas en su contra.

Pruebas sólidas

Al momento de resolver, el juez consideró probada la responsabilidad del imputado.

“Se encuentra sobradamente acreditado con el testimonio de la menor víctima, el cual me resultó sincero y sin fisuras, agregando en todo momento que ubicó al imputado como el autor de los hechos”.

De Rosa agregó que pese a las limitaciones, propias de su corta edad y por el hecho de resultar víctima, la niña “pudo comunicar y brindar detalles de lo sucedido”.

Destacó también que la menor mantuvo su relato en el tiempo y refirió situaciones que pudieron ser corroboradas por diferentes testigos y peritos.

Finalmente, al momento de establecer la sanción, contempló como agravantes la extensión del daño causado, la pluralidad de hechos perpetrados, la relación con la víctima y su corta edad.

Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2024-10-26-5-30-18-un-docente-atento-la-denuncia-y-una-condena-por-abuso-sexual

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