Teatro Paradiso, un gigante cultural en La Pampa y el sueño cumplido de una familia
Audionota: Marina LópezTrece años le llevó al neurólogo Miguel Ángel Martín y a su mujer, la psicopedagoga María Inés Di Menza, oriunda de Capital Federal, abrir el ...
Audionota: Marina López
Trece años le llevó al neurólogo Miguel Ángel Martín y a su mujer, la psicopedagoga María Inés Di Menza, oriunda de Capital Federal, abrir el telón del teatro Paradiso, el cual empezaron a soñar juntos entre charlas y viajes. Compraron un terreno en Santa Rosa, La Pampa, a la vera de la ruta 35, y empezaron desde cero con esta iniciativa, primero a desmalezar y luego a levantar los cimientos y a equipar el espacio que cuenta con unas mil butacas y un enorme escenario.
Hoy, a poco más de dos años de su inauguración, se convirtió en el más grande de la provincia —antes lo era el Teatro Español— y recibe a grandes obras y artistas, con el apoyo de sus padrinos: el actor Arturo Puig y el productor, músico y artista Carlos Rottemberg.
"El balance es ampliamente positivo. A la idea se le fue dando forma sin desconocer que era un proyecto a largo plazo. Hoy disfrutamos de este sueño cumplido", dijo el médico pampeano, quien conoció a René Favaloro y hace poco fue noticia por salvar la vida de un trabajador rural golondrina.
La familia no tenía conocimientos sobre montar un teatro y menos aún una empresa teatral, y fue aprendiendo sobre la marcha con el apoyo y la predisposición de Rottemberg, un asesor del minuto a minuto.
"Queríamos hacer algo en familia que no fuera tan estresante como el trabajo en salud y que fuera acorde para esta etapa de la vida. Es muy gratificante desde lo emocional", destacó.
La familia, integrada por el matrimonio y tres hijos, disfruta del arte desde todas sus aristas. El nombre Paradiso surgió por la película Cinema Paradiso, ya que tanto Inés como Martín son admiradores de esta perla cinematográfica italiana del director Giuseppe Tornatore y de su banda sonora compuesta por Ennio Morricone.
Ellos visitaron en Italia una de las locaciones en las que se llevó a cabo la filmación de la película y hasta pudieron estar en contacto con la bicicleta que el personaje de Alfredo (dueño del cine italiano de un pequeño pueblo) usaba para llevar a Toto, dulce niño de un trágico escenario de postguerra.
"Es un mundo nuevo, desconocido; aprendemos en cada apertura de telón. No esperábamos ni imaginábamos la repercusión social que generaría", agregó.
Para Santa Rosa, no solo es un gran aporte cultural sino que genera un movimiento económico por la repercusión en hoteles, restaurantes, en taxistas y medios de comunicación, con el arribo de cada nueva obra.
"Por cada espectáculo se movilizan unas mil personas. Eso vino a sumar a todos los espacios culturales que ya existían, aportando una sala de mayor tamaño", explicó.
El teatro inauguró el 23 de agosto de 2022 con dos funciones de Drácula, obra emblemática de Pepe Cibrián y Ángel Mahler.
En estos dos años pasaron por su escenario artistas como Alejandro Lerner (quien brindó tres funciones a sala llena), Pedro Aznar, Patricia Sosa, Rodrigo Tapari y Ráfaga, junto a tres funciones de humor de La Yenny, personaje de Wali Iturriaga.
"Esta buena gente que nos parecía inaccesible, como Carlos Rottemberg o Arturo Puig, hoy nos guía para que las figuras de la cultura sigan girando por esta Argentina Cultural", destacó el médico.
A los espectáculos nacionales se suman los locales organizados y presentados por escuelas de danzas. Además, el teatro fue sede del Congreso Nacional del Sistema Informático Universitario (SIU), que se llevó a cabo en septiembre del año pasado con la concurrencia de 1200 personas.
El matrimonio disfruta del cine y el teatro, y sus hijos Lucía (35), Lucas (34) y Tomás (27) tienen inquietudes artísticas vinculadas al baile, el teatro, la fotografía y la literatura. María Inés es una gran lectora.
En sus años de estudiante, en Winifreda, su pueblo natal, Miguel Ángel tomaba clases de teatro con la guía del recordado maestro Pedro Di Nardo.
Paradiso tiene un escenario de 200 m² y es un teatro inclusivo, adaptado con rampas y suaves declives —sin escalones— para que tanto los espectadores como los actores que tengan alguna dificultad motriz no encuentren inconvenientes para acceder a la sala principal, al escenario, vestuarios y sanitarios.
La inversión se realizó a través de ingresos familiares y con la ayuda de algunos créditos.
Hoy circulan en Santa Rosa espectáculos que antes solo podían verse en Buenos Aires, Mar del Plata y Carlos Paz, ya que muchos elencos no recalaban en la ciudad porque necesitaban un escenario mayor para el despliegue.
"Sí, sí, sí. Lo haríamos todo de nuevo. Son muchas las emociones en cada espectáculo y colmó con creces nuestras expectativas", concluyó Martín ante la pregunta obligada sobre si valió la pena tanto esfuerzo.