Quién es el dorreguense que el Papa Francisco nombró en la arquidiócesis de Bahía Blanca
El sacerdote Pedro Ernesto Fournau fue noticia en la última semana, al ser designado por el Papa Francisco como el nuevo obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.Este dorreguen...
El sacerdote Pedro Ernesto Fournau fue noticia en la última semana, al ser designado por el Papa Francisco como el nuevo obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.
Este dorreguense, de 47 años de edad, nació el 7 de julio de 1977. Realizó sus estudios eclesiásticos en el seminario Santo Cura de Ars de la arquidiócesis de Mercedes-Luján y fue ordenado sacerdote el 7 de septiembre de 2012 para la arquidiócesis de Bahía Blanca.
Fue vicario parroquial de Nuestra Señora de los Desamparados de Carhué, entre 2012 y 2014, y de Nuestra Señora del Carmen de Tres Arroyos, entre 2014 y 2017. Desde ese año y hasta 2020 fue párroco de Santa Rosa de Lima, en Coronel Pringles. También fue asesor de la Pastoral social y las comunidades eclesiales de base en la arquidiócesis de Bahía Blanca.
Desde 2020 es miembro del Equipo de Formadores del Seminario Santo Cura de Ars de la arquidiócesis de Mercedes-Luján.
Fournau es delegado diocesano para la animación del Sínodo sobre la Sinodalidad y, en el último mes de mayo, participó en el Encuentro Internacional de Párrocos con vistas a la Segunda Sesión de la Asamblea del Sínodo de los Obispos.
Además, es miembro del Consejo Pastoral de la arquidiócesis bahiense
El arzobispo de Bahía Blanca es, desde el 12 de julio de 2017, monseñor Carlos Azpiroz Costa, con cuyo gobierno pastoral colaborará el nuevo obispo auxiliar.
La noticia del nombramiento del obispo dorreguense se dio a conocer de manera simultánea en Roma y en Buenos Aires. En nuestro país lo hizo el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk.
Ordenado en Dorrego
Años atrás, previo a ser ordenado sacerdote -ceremonia que se desarrolló en la parroquia Inmaculada Concepción, en Coronel Dorrego y fue presidida por el entonces arzobispo bahiense Guillermo Garlatti-, Fournau había dicho a La Nueva. que buscaba “la felicidad desde una perspectiva cristiana, pero como felicidad no egoísta, sino comunitaria y solidaria".
“Siempre tuve el firme deseo de que cuando llegara el momento de ordenarme cura, fuera en Dorrego, mi lugar en el mundo, donde nací y vive la gente que me conoce desde siempre y quiero que sea testigo de este momento. Además, en la iglesia está la pila bautismal donde me bautizaron", había dicho.
Ese día, y sin dejar de agradecer a todos y cada uno de los presentes, a obispos, a su familia, a los sacerdotes que llegaron, a sus amigos de vida y a sus hermanos en la fe, Fournau había señalado que la Fe le llegó de las iglesias y de sus padres y sus abuelos.
“Después ha habido instrumentos claros que han sido los sacerdotes y amigos, que me ayudaron a descubrir la belleza de este camino”, había comentado.
Esa fue la primera vez que un rito de ordenación se llevaba a cabo en esta ciudad, y así había sido a partir de la costumbre de Garlatti de ordenar sacerdotes en sus localidades de origen.
“El llamado al sacerdocio es un llamado de Jesús, originado en Dios, la respuesta de quien se abraza a esta vida es de amor y fidelidad, como dice el dicho, amor con amor se paga, esta vocación es la respuesta de entrega y amor a Jesús y, por su intermedio, a los hombres y a Dios”, había dicho el arzobispo al entonces recién ordenado sacerdote.
También ese día, su madre, Edda Fournau, había hablado de su hijo y de su experiencia con él y su acercamiento y posterior abrazo al camino de la Fe impuesta por Cristo.