El temor que muchos tenían allá por marzo cuando comenzó la pandemia sobre lo que podía pasar si el virus llegaba a la ciudad, tristemente se va haciendo realidad.

Si bien las medidas de prevención adoptadas inicialmente surtieron cierto efecto, no es menos cierto que la decisión de las autoridades sanitarias del distrito de no reforzar con distintos elementos sanitarios al hospital Arancibia, hace que la situación este empeorando a un ritmo muy acelerado.

En poco más de un mes se pasó de 3 a 20 casos activos de Covid-19, incluidos dos profesionales del Hospital. Este registro es el segundo más alto detrás de Carmen de Patagones (59).

Además se contabilizan 135 personas aisladas con 3 camas de Covid ocupadas de un total de 5, las cuales no cuentan con ningún tipo de asistencia tecnológica. A la fecha 5 casos se recuperaron de la enfermedad.

Las diferencias con la ciudad cabecera son abismales. Radican, básicamente, en una política sanitaria bastante opinable vista desde aquí.

Carmen de Patagones cuenta con más actores en la salud privada, Viedma está un paso y el refuerzo que se llevó a cabo en todas las áreas del hospital Ecay fue mas que significativo, incluidos la dotación de más respiradores y camas de terapia intensiva además del acondicionamiento de un lugar tan espacioso como la escuela Spegazzini.

Todo lo mencionado no se ha dado en nuestra ciudad, incluyendo principalmente los vitales elementos mencionados que,  demás está decirlo, no existieron nunca y no existen aún con esta pandemia que avanza.

Off de record, algunos integrantes del staff sanitario local se animan a comentar  incluso sobre los "retaceos" de parte de profesionales médicos del hospital Ecay de recibir a pacientes de la ciudad que deben ser derivados.

En cuanto a la salud privada de la localidad, en términos de complejidad e internación, es sabido, no existe más allá de la indescontable cooperación que pudiera haber de los profesionales médicos.

Con este panorama las voces de los directivos de salud locales se escuchan preocupadas y apesadumbradas ante el presente por el que deben transitar casi en soledad y ante las escases de recursos con los que cuentan para enfrentar a la pandemia, a la que poco le importa todo lo descripto.

Tampoco hay que olvidar que el centro de salud local es receptor de casos leves de Covid de Pradere y que debe atender desde lo orgánico y administrativo a la sala de San Blas.

Por otra parte, pero no menos preocupante es la decisión de la provincia de sub dividir a las Regiones Sanitarias. Eso implicó que el Hospital Ecay deberá recibir derivaciones  de las localidades del sur de Villarino para evitar saturar al Penna de Bahía Blanca.

Y como si fuera poco, los ánimos caldeados que existe entre el personal de salud por los reclamos de salarios y condiciones laborales con las que deben desempeñarse cada día, desoídos hasta aquí por el intendente Zara, no ayuda mucho. Esto obliga a los directivos, cada vez que hay un paro, a lidiar con el armado de los turnos en todos los sectores, lo que desgasta de sobre manera.

Por eso hoy las autoridades sanitarias locales apelan ya casi desesperadamente a la conciencia ciudadana como el único arma para evitar un desastre sanitario que a esta altura de los acontecimientos parece difícil de prever. Ellos más que nadie son conscientes de la realidad y porque íntimamente sienten que desde Carmen de Patagones poca es la ayuda que llegará.

Contacto

Este medio y FM TIEMPO intento contactar al Secretario de Salud, Dr. Marco Tripodi en tres oportunidades durante la semana con la intención de consultarlo sobre la temática y evacuar dudas que generan preocupación en todos.

En dos ocasiones el galeno se excusó por cuestiones personales y en la restante por “estar coordinando” la problemática por la que se lo pretendía consultar.