Durante unas cuatro horas, Cristina Castro (42) brindó su testimonio ante el equipo fiscal que investiga la desaparición forzada de su hijo Facundo Astudillo (22). Fue la primera vez que la mujer realizó una exposición ante la Justicia federal, en la que habló de su relación con él y el estado de ánimo antes de iniciar el viaje trunco a Bahía Blanca. También fundamentó sus sospechas sobre miembros de la Policía Bonaerense y detalló sus cuestionamientos a la actuación del fiscal Santiago Ulpiano Martínez.

La mujer declaró de manera virtual desde Pedro Luro, donde el 5 de junio, en la comisaría del lugar, denunció la desaparición de su hijo. Había concurrido dos veces antes, pero no quisieron recibírsela. “Tu pibe tiene 22 años, así que a qué venís a joder acá”, expresó Cristina que le dieron como respuesta en la seccional el primer día que concurrió, según pudo reconstruir Clarín.

Dijo que al día siguiente volvió a intentar y recién en la tercera oportunidad logró que le atendieran su declaración para abrir una causa. El expediente fue derivado como "averiguación de paradero" a la Ayudantía Fiscal de Médanos, donde quedó a cargo de Ariel García Dimas, para quien también la mamá de Facundo tuvo críticas por su actuación.

Cristina repasó las circunstancias que vivió el 19 de junio, cuando la Bonaerense realizó el primer rastrillaje en la ruta 3 para buscar a Facundo. “Recordó cómo la Policía evitó en todo momento que se rastrillara dentro de Mayor Buratovich. También cómo le habían escondido durante 45 días los últimos dos contactos que tuvo Facundo”, dijo una fuente que participó de la audiencia.

Fue ese día, en una reunión previa al rastrillaje que se hizo en la comisaría de Pedro Luro, que la mujer supo que la agente Siomara Flores había declarado que llevó a su hijo desde el acceso a Mayor Buratovich hasta Teniente Origone, en el auto de su padrastro. Además, conoció una primera versión del oficial Alberto González, sobre el encuentro que había mantenido con Facundo, en las afueras del segundo pueblo.

González dijo que después de requisarle la mochila, vio cómo su hijo seguía viaje a pie en dirección hacia Bahía Blanca. Más tarde, la mujer constató que el efectivo había declarado en la causa cuatro días antes, que después de dejarlo ir, lo observó subir a una camioneta Renault Oroch gris, que en realidad era una Honda CRV.

Mencionó además que en aquellos días, oficiales de la Policía que iban a la estación de servicio del acceso a Pedro Luro donde trabaja comentaban a viva voz que “estaban dilapidando recursos para buscar a un pendejo de mierda”.

En ese contexto, recordó cómo miembros de la fuerza de seguridad solían hostigar y golpear a Facundo y sus compañeros de Semillero Cultural, grupo que funcionó hasta 2016, cuando fue desactivado por el actual gobierno municipal de Villarino.

En otro tramo de su extensa declaración, Cristina Castro volvió a cuestionar la gestión del fiscal Martínez, como había realizado hace dos semanas ante la Procuración General de la Nación. Comentó su malestar con respecto a que novedades de la causa, como la aparición de la testigo E.R. se conociera por la prensa antes de que ella supiera.

Es la mujer que asegura haber levantado a Facundo en el kilómetro 757 de la ruta y llevado hasta el puesto fitosanitario del kilómetro 714.  Ese aporte, que para la querella no es válido y presenta inconsistencias, es considerado clave por la fiscalía, para ubicar a Facundo en el sitio donde lo hallaron muerto el 15 de agosto. 

Castro reiteró también que una empleada de la fiscalía bahiense le sugirió, en una oficina del edificio, que cambiara de abogados. Según la mujer, ocurrió el 14 de julio, el día que concurrió a una audiencia con el fiscal, pero no pudo reunirse con él, porque había ido a sobrevolar en helicóptero la zona de Villarino que rastrearían esa jornada las fuerzas federales.

Cristina fue consultada además sobre el amuleto de Facundo, hallado a fines de julio, dentro de una bolsa de basura, en los fondos del destacamento de Teniente Origone. “Dijo que lo llevaba siempre, que nunca se separaba de él, porque le recordaba a su abuela fallecida. Tuvo la oportunidad de explayarse sobre un objeto que pudo haber sido irrelevante a los ojos de la fiscalía”, comentó otro vocero que presenció la declaración.

Agregó que la mujer reiteró el pedido para que se realice una prueba con el reactivo luminol en el sitio donde apareció la sandía de madera, del tamaño de un huevo, con una vaquita de San Antonio y un mensaje de amor en su interior.

La pericia, solicitada a comienzos de agosto por la querella, fue negada en dos oportunidades por la fiscalía que tampoco dispuso que se custodie el lugar, donde se habrían observado manchas, que podrían ser de sangre.

La fuente destacó asimismo la descripción que Castro realizó de las horas previas al 30 de abril cuando, después de pasar la noche previa en casa de unos amigos, su hijo salió a dedo desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca.

"Fue muy importante para contextualizar quién era Facundo y cómo estaba en esos días. También para evidenciar la actitud de la Policía de querer instalar la idea de un Facundo depresivo y que estaba enojado con su novia", comentó el vocero.

De la audiencia virtual participaron solo los fiscales Andrés Heim, fiscal adjunto de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), y Horacio Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), ambos por vía remota desde la Capital Federal. Por pedido de Castro, que estuvo asistida por sus abogados querellantes, no estuvo presente el fiscal Martínez.  

Tras la declaración de la mujer, los fiscales escucharon el primero de tres testimonios propuestos por la querella para esta semana. Según se informó, las nuevas declaraciones de la ex novia de Facundo y dos de sus amigos, solicitadas por Martínez, fueron pospuestas sin fecha.

Fuente:Clarín