“Se me metió un alma mala”: buscan determinar si la adolescente asesinada en Tigre fue abusada
El cuerpo de Amanda Alma Aguilar, la adolescente de sólo 14 años que había sido vista por última vez durante la noche del miércoles 6 de septiembre, fue hallada asesinada dent...
El cuerpo de Amanda Alma Aguilar, la adolescente de sólo 14 años que había sido vista por última vez durante la noche del miércoles 6 de septiembre, fue hallada asesinada dentro de una bolsa de consorcio en el patio de la casa de su hermana, en la localidad de Rincón de Milberg, en el partido de Tigre, y la autopsia determinó que sufrió cinco puñaladas en el pecho, una de ellas en el corazón, que le provocaron la muerte.
Además, el informe advierte que recibió un golpe en la cabeza que le fracturó el cráneo. Como principal acusado y único detenido quedó Sixto Quiroga -el novio de Tamara la hermana de Amanda-, quien se negó a declarar. El hombre de 30 años fue detenido luego de que le mandara un mensajes de WhatsApp y llamara a la hermana de la víctima "para pedirle perdón" y confesarle el crimen.
Quiroga está detenido por el delito de “homicidio agravado por contexto de género en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por situación de guarda” y se convirtió en el principal acusado en el caso luego de que le enviara un audio a su pareja confesando el crimen. "Le contó que se había mandado una macana con la chica, que la había asesinado y que la tenía escondida en el patio de adelante de la casa”, revelaron fuentes del caso.
El mensaje que le envió a Tamara decía lo siguiente: “Me mandé una macana con la chica. Perdoname, te amo, cuidá a mis hijos”. Según trascendió, la encargada de atender el llamado del agresor fue Marcela, una referente del barrio, a quien le dijo que quería entregarse. “Esto ya me había pasado”, le habría dicho en referencia a otra situación que ahora es materia de investigación.
Millones, autos y criptomonedas: quién es la pareja que lavaba dinero narco en NordeltaDe acuerdo con los investigadores, se trata de un intento de violación a una ex cuñada hace tres años. Por este motivo, los fiscales de Tigre Sebastián Fitipaldi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Rincón de Milberg; Pablo Menteguiaga de la UFI de Violencia de Género; y Mariela Miozzo de la UFI de Delitos Sexuales y Conexos a la Trata de Personas del mismo distrito, ordenaron un cotejo de ADN.
Buscan saber si Amanda fue abusada sexualmente antes de ser asesinada de varias puñaladas en el cuerpo y un fuerte golpe en la cabeza, como estableció el resultado de la operación de autopsia. "Se está investigando la participación de alguien más, pero en principio por cómo fue el hecho, creemos que actuó solo", confió una fuente con acceso a la causa. De hecho, la familia de la víctima cree que Quiroga tuvo ayuda de otros familiares.
Amanda había sido vista por última vez en la noche del miércoles. En ese momento, estaba en su domicilio de la calle Carmen de Areco al 1600 de la mencionada localidad del partido de Tigre, en la zona norte del conurbano, cuando su mamá salió a hacer compras. Cuando volvió, a las 20.15, la menor ya no estaba. Desesperada, radicó la denuncia y se inició una búsqueda por el barrio y a través de redes sociales.
En su afán de despistar a los investigadores, el acusado participó de la búsqueda y hasta compartió la foto de búsqueda de su cuñada en uno de sus siete perfiles de Facebook. Hasta que el viernes a media mañana, le mandó mensajes de WhatsApp y realizó una llamada a Tamara para pedirle perdón y confesarle el crimen. La llamada vía WhatsApp, que fue grabada por la Policía, fue contestada por Marcela, que estaba involucrada en la búsqueda de Amanda.
Fue a ella a quien Quiroga le dijo que se iba "a entregar", que le "pasó de vuelta", y que Amanda estaba "en el patio" de su casa. Según trascendió, Quiroga ya había intentado abusar sexualmente de la hermana de su ex pareja. De hecho, también habría intentado apuñalarla, pero su familia lo encubrió, lograron que no lo denunciaran y la causa nunca avanzó. “Se me metió un alma mala”, había sido la justificación del presunto femicida.
Con las pruebas en su poder, la Policía llegó al domicilio del acusado, ubicado en el cruce de las calles Carmen de Areco y Rocamora, a unos 15 metros de donde vivía Amanda, y encontró los restos de la víctima en el patio del lugar, debajo de un montículo de chapas, fierros y maderas, en un sitio angosto en el que también se hallaba la cucha de un perro. Junto al cadáver embolsado, había un pico y una pala quebrada.
A simple vista, los peritos determinaron que la víctima tenía un golpe en la cabeza y varias puñaladas en el pecho, lo que fue confirmado más tarde en el informe preliminar de los forenses. En principio, la adolescente llevaba muerta más de 24 horas, añadieron.