Trigo: las lluvias mejoraron las perspectivas en el sur y centro del país
La condición hídrica del cultivo del trigo mejoró en 4 puntos porcentuales a escala nacional, con aumentos significativos de la oferta hídrica sobre el centro-este y sur del área agrícola mie...
La condición hídrica del cultivo del trigo mejoró en 4 puntos porcentuales a escala nacional, con aumentos significativos de la oferta hídrica sobre el centro-este y sur del área agrícola mientras que, sobre el norte y el oeste, excluidos del aporte de las lluvias, continúan bajo condiciones de humedad cada vez más restrictivas.
Son las conclusiones del Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentado la semana pasada, donde se resalta una situación más optimista respecto del mes anterior, cuando la falta de precipitaciones había empezado a generar incertidumbre.
A nivel nacional, asimismo, debido a las bajas temperaturas se observa una demora en la llegada a encañazón del 12,5 %.
No obstante, en las zonas alcanzadas por las lluvias se están llevando a cabo las labores de fertilización correspondientes y, en consecuencia, esperan que —se indicó— con el aumento de las temperaturas el cultivo desarrolle y entre en etapas críticas con alto potencial.
También en la siembra de fina, pero en cebada, durante las últimas semanas, de las 1,3 millones de hectáreas implantadas a nivel nacional, el 83 % registra una condición hídrica entre adecuada a óptima con un 85 % presentando una condición de cultivo normal a buena.
Estas condiciones se dan con un 75 % transitando entre macollaje y encañazón.
Sobre el norte de las provincias de La Pampa y oeste de Buenos Aires, si bien las lluvias se concentraron sobre el margen este, la humedad en el perfil mejoró y por eso el 70 % de los lotes están entre macollaje y encañazón, con un 89 % bajo una condición de cultivo de normal a buena.
En el informe del PAS se concluye que, en el sur del área agrícola, las bajas temperaturas han ralentizado el desarrollo del cereal.
El centro y sudeste de Buenos Aires disponen de buena humedad en el perfil, lo que permite que el 91 % de los lotes presenten una condición de cultivo de normal a buena (con un 76 % en pleno macollaje).
En varios de estos casos se ha podido cumplir con los planes de fertilización sobre dicha etapa fenológica.
Por el contrario —se explicó— sobre el sudoeste de las provincias de Buenos Aires y sur de La Pampa, donde la humedad en el perfil es limitada, el 68 % de los lotes han iniciado el período de macollaje.
En el caso del girasol, la siembra marcó un progreso intersemanal de 2,3 puntos porcentuales, cubriendo —a esta semana— el 7,5 % del área proyectada de 1,85 millones de hectáreas.
En las zonas NEA y centro-norte de Santa Fe, la siembra quedó limitada a los sectores alcanzados por las lluvias de los últimos 15 días, las cuales se concentraron sobre la franja noreste.
De esta manera, se cubre la zona de Reconquista y el sur de la provincia de Chaco, dejando sin aportes —se sostuvo— al oeste de Santa Fe y todo Santiago del Estero, las cuales continuarán a la espera de algún evento de lluvias durante el corriente mes de septiembre para cumplir con los planteos actuales.
Debido a eso, las labores reflejan una demora respecto al promedio histórico de —10,6 %.
En cuanto al maíz, se dio por finalizada la cosecha de grano comercial, aunque aún restan por recolectar lotes de segunda y tardíos en el sur del área agrícola, los que no modificarán la proyección de producción de 46,5 millones de toneladas.
En este sentido, la campaña estuvo caracterizada por la llegada de una nueva plaga que afectó a los maíces tardíos, particularmente las fechas de siembra posteriores al 15 de diciembre último.
El rinde medio de estos planteos se ubicó en 63,3 quintales por hectárea (—17,8 % respecto al promedio de los años 2018/22).
Por otro lado, los planteos tempranos tuvieron buenos resultados en la zona núcleo, obteniéndose en promedio un rinde de 102 quintales por hectárea, permitiendo frenar, en parte, la caída en la producción nacional.
En el PAS se precisa que todo el centro y norte agrícola se vio afectado, en alguna medida, por el complejo de virus y bacterias asociado a Dalbulus maidis, lo que está teniendo un impacto en la intención de siembra de la campaña 2024/25.
Luego de las lluvias de los días previos, la siembra está comenzando en el centro. Esto asegura el escape a la posible entrada de la plaga aunque, por el momento, no se ha reportado presencia en las zonas de producción temprana del cereal.
El clima que viene“Debido a la entrada de vientos polares en los días precedentes, la primera etapa de la perspectiva comenzará con temperaturas mínimas por debajo del rango normal en la mayor parte del área agrícola, con heladas localizadas sobre todo el oeste y el sur, y heladas generales sobre las zonas serranas del oeste y las serranías bonaerenses, mientras sólo su extremo norte observará valores en el rango normal”.
Lo dijo el Ing. Agr. Eduardo M. Sierra, especialista en Agroclimatología, en el Informe de Perspectivas Agroclimáticas Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, donde se aguarda, en el país, una marcada oscilación térmica y precipitaciones, predominantemente escasas y acompañadas por nevadas sobre la cordillera sur.
Un detalle por cada región es el siguiente:
—Sólo el nordeste de Salta, la región del Chaco, Misiones, el norte de Corrientes y la mayor parte del Paraguay observarán temperaturas mínimas superiores a 10°C con un foco sobre el noroeste del Paraguay (con valores superiores a 15°C).
—El este del NOA, el sudoeste de la Región del Chaco, gran parte de Corrientes, la mayor región de la región Pampeana y gran parte del Uruguay observarán temperaturas mínimas entre 5 y 10°C, con focos en valores inferiores y leve riesgo de heladas localizadas.
—El centro-este del NOA, gran parte de Cuyo, el este de Entre Ríos, el norte de La Pampa, gran parte de Buenos Aires y el centro del Uruguay observarán temperaturas mínimas entre 0 y 5°C, con alto riesgo de heladas localizadas.
—El oeste del NOA, el oeste de Cuyo y las serranías de Buenos Aires, observarán temperaturas mínimas inferiores a 0°C, con heladas generales, con un foco con valores de — 5°C.
“Un frente de pampero recorrerá el área agrícola pero, al encontrar escasa humedad atmosférica y condiciones estables, producirá registros preponderantemente escasos a nulos sobre la mayor parte del área agrícola, salvo algunos focos aislados de valores moderados, mientras volverán a darse condiciones para nevadas sobre la Cordillera sur”, agregó el climatólogo.
El resumen de este fenómeno es el siguiente:
—En gran parte del cono sur se verán precipitaciones escasas (menos de 10 milímetros), con varios focos con valores moderados.
—La Cordillera sur observará tormentas con precipitaciones superiores a 100 milímetros (acompañadas por nevadas).
“Los vientos del Trópico retornarán con vigor, extendiéndose sobre el norte y el centro-norte del área agrícola, provocando registros muy sobre lo normal, mientras el centro-sur observará valores normales, y el sur con registros algo bajo de la media estacional debido al inicio del paso de un frente de tormenta”, amplió.
La síntesis para este contexto es la siguiente:
—El nordeste del NOA, la mayor parte del Paraguay, la región del Chaco y el norte de la Mesopotamia observarán temperaturas máximas superiores a 30°C, con amplios focos calurosos con registros superiores a 35°C hacia el norte.
—El centro del NOA, el centro de Cuyo, el norte de Córdoba, el sur de Corrientes, el centro de Santa Fe, el norte de Entre Ríos y la mayor parte del Uruguay observarán temperaturas máximas entre 25 y 30°C.
—El centro-oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, gran parte de la región pampeana y el sur del Uruguay observarán temperaturas máximas entre 20 y 25°C, con focos con valores inferiores.
—El oeste del NOA, el oeste de Cuyo, el sudeste de la región pampeana y el sudeste del Uruguay observará temperaturas máximas inferiores a 20°C, con focos con valores inferiores.
El Ing. Sierra también dijo que, alrededor del 30 de agosto, coincidentemente con la festividad de Santa Rosa, suele tener lugar un evento meteorológico, cuyo vigor y distribución geográfica proveen un indicador de cómo pueden ser las condiciones climáticas en la primavera y el verano siguientes.
El interior del área agrícola argentina aún corre riesgo de continuar sufriendo precipitaciones por debajo de lo normal.En esta ocasión, el fenómeno se concentró, con mayor energía que la prevista, sobre el nordeste de Buenos Aires y zonas aledañas, pero dejó a una gran zona del interior, y a la mayor parte del norte del área agrícola, con registros escasos”, explicó.
“Esto produjo una señal algo incierta. La irregularidad del proceso permite inferir que el interior del área agrícola argentina, donde la señal es positiva, aún corre riesgo de continuar sufriendo precipitaciones bajo lo normal, con riesgo que persista un foco seco y con temperaturas extremas sobre el este de Cuyo y el oeste y el centro de la región pampeana, llegando por momentos hasta la zona núcleo”, añadió.
“En el norte del área agrícola, donde la señal es negativa, se indica que, a partir de la primavera próxima tendrá lugar una reactivación de las precipitaciones, que proseguirá a lo largo del verano y el otoño siguientes”, concluyó el Ing. Sierra.