RIGI y planta de GNL en Bahía: el dilema de hierro para los legisladores peronistas de la Sexta
La Ley Bases viene de lograr un ajustado éxito en el Senado de la Nación y la semana próxima Diputados deberá convalidar o no las modificaciones de la Cámara Alta. Todo indica que, más allá ...
La Ley Bases viene de lograr un ajustado éxito en el Senado de la Nación y la semana próxima Diputados deberá convalidar o no las modificaciones de la Cámara Alta. Todo indica que, más allá de ciertas discusiones sobre artículos puntuales, la ley en general entrará en vigencia en breve.
Un capítulo clave es el denominado Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), que prevé beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para los proyectos de inversión que superen los 200 millones de dólares.
Si bien el Senado acotó los alcances de este régimen, permanecieron en él las iniciativas vinculadas con los hidrocarburos, un rubro esencial debido a las posibilidades de explotación que ofrecen el petróleo y el gas de Vaca Muerta.
El RIGI, de acuerdo con el presidente de YPF, Horacio Marín, es fundamental para destrabar la megainversión de la petrolera nacional junto con Petronas (Malasia) para desarrollar una planta que permita procesar y exportar Gas Natural Licuado (GNL) a destinos de Asia y Europa.
Se trata de una inversión estimada entre los 40 mil y 50 mil millones de dólares, que permitirá en la próxima década incrementar las exportaciones argentinas en unos 30 mil millones de dólares anuales, alrededor de 40% más respecto de lo que hoy el país vende al mundo.
Una de las disputas centrales en torno a esta planta tiene que ver con la sede. Bahía Blanca tenía todos los boletos para recibirla, por las condiciones ideales de su puerto en términos de infraestructura, navegabilidad y experiencia en el manejo de hidrocarburos, pero en los últimos tiempos le surgió la competencia de Punta Colorada (Río Negro).
Esa localidad no cuenta con la misma capacidad técnica ni de infraestructura, pero los gobernadores de Río Negro y Neuquén, Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa, vienen pulseando para que esta inversión, la mayor de YPF en su historia, se radique allí.
Tan es así, que las dos senadoras que les responden, Mónica Silva (RN) y Lucila Crexell (Nqn), votaron en favor de la Ley Bases haciendo hincapié en la importancia de este régimen de promoción de inversiones.
¿Pero cuál es otro punto centralísimo en la discusión entre Bahía Blanca y Punta Colorada, más allá de las condiciones de sus puertos? La posibilidad que tendrán las empresas petroleras de aprovechar al máximo todos los beneficios fiscales de la nueva normativa.
Debido a que el RIGI afectará la estructura tributaria de las provincias, porque plantea la prohibición de crear nuevos gravámenes a las empresas que inviertan en el marco de ese régimen, resultará imprescindible que las jurisdicciones manifiesten su adhesión a la ley, mediante la aprobación de la misma en las respectivas Legislaturas.
De hecho, así lo subrayó anoche Marín en el programa Odisea Argentina: "Si no adhiere la provincia (interesada en la planta de GNL), no hay que discutir nada, va a ir a la provincia que sí adhiera. ¿Sino quién va a poner la plata?".
Es decir que para que Bahía Blanca siga siendo competitiva se necesita que la Provincia de Buenos Aires ingrese al flamante contexto normativo. La gran pregunta es: ¿están los votos?
En Río Negro, Weretilneck tendría el camino allanado para la adhesión e incluso para añadir otros beneficios fiscales propios de su provincia. En Buenos Aires, ante el nuevo escenario político de gran dispersión de bloques, es más difícil aventurarse. Sí está claro que en caso de que aparezcan apoyos al RIGI dentro de Unión por la Patria, las chances de aprobar la adhesión son altísimas.
Y allí viene el dilema de hierro para los legisladores peronistas de la Sexta Sección. En ambas cámaras del Congreso Nacional, UxP votó en contra de la ley y puntualmente sobre el RIGI manifestaron que es un sistema pernicioso, que da amplias ventajas a empresas multinacionales, las cuales prácticamente tendrían total libertad de movimiento de bienes y divisas con mínimo impacto fiscal para el Estado argentino. "La Patria no se vende", en parte, es un cántico dedicado a este régimen.
Esta situación de espada o pared entre mantener la disciplina partidaria o defender los intereses económicos de la región afecta a seis dirigentes de nuestra zona, todos con identidades internas disímiles en el amplio movimiento peronista.
En la Cámara Baja uno de los nombres es Alejandro Dichiara, presidente del cuerpo y, por lo tanto, dueño del voto doble en caso de empate en las posiciones de los 92 diputados bonaerenses. El exjefe comunal de Monte Hermoso forma parte, a nivel interno, de la Liga de Intendentes, identificada con el peronismo tradicional y que no reporta de manera directa al gobernador Axel Kicillof quien, dicho sea de paso, ha sido un férreo opositor a Ley Bases y el RIGI, aunque si manda a sus legisladores a votar en contra la Provincia quedaría afuera no solo del proyecto GNL sino de otras potenciales grandes inversiones.
Los otros 3 diputados de Unión por la Patria por la Sexta son la bahiense Maite Alvado, camporista línea Máximo Kirchner; el experimentado ultra K Carlos "Cuto" Moreno, de Tres Arroyos, con casi nulo vínculo con Bahía; y la villarinense Fernanda Bevilacqua, hija del intendente Carlos Bevilacqua, de corte vecinalista pero afín al Frente Renovador.
En el Senado de la PBA los dos peronistas del sudoeste son bahienses: Marcelo Feliú, del PJ tradicional y aliado del intendente Federico Susbielles, aunque sin alineamientos claros con los grandes referentes nacionales de UxP; y Ayelén Durán, camporista línea Andrés "Cuervo" Larroque.
Una particularidad es que todos ellos, en los últimos tiempos, se declararon fervientemente en favor de la radicación de la planta de GNL en Bahía Blanca, ante la competencia de Punta Colorada. No obstante, esas manifestaciones previas no necesariamente son un respaldo al RIGI ni mucho menos.
¿Qué harán estos 6 legisladores, entonces, a la hora de votar? "Para eso todavía falta, aún tiene que correr mucha agua debajo del puente", le dice a La Nueva. uno de los más experimentados de ese grupo.
Y otro aclara: "No te olvides que, aunque se apruebe el RIGI en la Provincia, la decisión de YPF igual puede ser Río Negro. Esa es una gran preocupación y por eso no podemos tomar decisiones apresuradas".
Lo concreto es que los tiempos de definición sobre la locación de la planta de GNL, un proyecto económico que podría cambiar el perfil de nuestra ciudad para las próximas décadas, se empiezan a acelerar. Probablemente entre los meses de julio y agosto se conozca el resultado. Sea cual sea, hará mucho ruido.