Qué pasó con los policías detenidos por extorsión en Tres Arroyos
Los efectivos de la Policía Federal detenidos en Tres Arroyos porque al parecer amenazaron e ...
Los efectivos de la Policía Federal detenidos en Tres Arroyos porque al parecer amenazaron e intentaron extorsionar a un empresario de aquella ciudad, a quien se investiga en una causa por presunto narcotráfico y lavado de activos, esperarán el juicio tras las rejas.
Es que esta semana la justicia federal de Azul los procesó con prisión preventiva y les trabó embargo sobre sus bienes por 5.000.000 de pesos.
El cabo primero Luciano Esteban Pennisi y el oficial subinspector Nicolás Alan Santillán, agentes de la mencionada fuerza de seguridad en Mar del Plata, están acusados de exigirle el pago de 50 mil dólares a Carlos Alberto Baliña, dueño de una empresa de transporte tresarroyense, a cambio de desligarlo de la aparente venta de drogas en Tres Arroyos.
Los imputados prestaron declaración indagatoria frente al juez federal Nº 1 azuleño, Gabriel Hernán di Giulio, pero desde aquel organismo no se dieron a conocer las versiones de los funcionarios policiales sobre los hechos.
Según Di Giulio, Santillán es autor de tentativa de extorsión y violación de secretos, en tanto que a Pennisi le atribuyó los mismos delitos pero en calidad de partícipe necesario.
Santillán y su consorte de causa continúan privados de la libertad en las delegaciones de la Policía Federal en Tandil y Dolores, respectivamente, pero cuando haya cupo quedarán alojados en una dependencia del Servicio Penitenciario Federal.
La Investigación Penal Preparatoria (IPP) está a cargo del fiscal federal de Necochea, Juan Manuel Portela.
Por su parte, el cascallarense Baliña, víctima del supuesto intento de soborno, se presentó en la causa como querellante con el patrocinio de los abogados César Sivo y Romina Merino.
Los procesados son asesorados por los defensores particulares Fernando Orsini y Bianca Ventimiglia.
Negaron la extorsiónDurante un primer interrogatorio del fiscal tresarroyense Gabriel Lopazzo, Santillán y Pennisi aparentemente declararon que llevaban a cabo "tareas investigativas" en el marco de la causa narco y afirmaron que no se trató de una extorsión a Baliña, denunciado por comercialización de estupefacientes.
El caso originario, en el que también se denunció al fiscal de Tres Arroyos Carlos Facundo Lemble, tomó estado público a fines de 2017 por medio de una publicación de La Nueva.
Los policías detenidos supuestamente participaban desde hace cinco años de esta pesquisa, bajo las órdenes del juez federal de Necochea, Bernardo Bibel.
Una fuente judicial confirmó que el expediente por presunta infracción a la ley de drogas (23.737) y lavado de dinero continúa "en trámite con intervención fiscal", y tiene "a Baliña como principal investigado".
A la causa se incorporaron, con posterioridad, copias de denuncias radicadas contra Lemble por los delitos mencionados, que se investigan por separado en otro expediente judicial.
"El caso tuvo varias fuentes de investigación, algunas de ellas aportadas por un ciudadano, otra a través de la copia de un expediente y la restante por iniciativa judicial", precisó el vocero consultado.
En aquel momento trascendió que el supuesto tráfico de la droga se realizaba presuntamente a bordo de camiones pertenecientes a la compañía de Baliña.
"Ha habido múltiples hipótesis de investigación y cualquiera de ellas se podría relacionar con ese dato", indicó el informante.
La aparente comercialización de droga habría tenido "origen y epicentro" en Tres Arroyos.
Por otra parte el entrevistado desacreditó las declaraciones de los policías de la Federal detenidos, quienes aseguraron que no intentaron chantajear a Baliña, sino que su accionar en realidad formaba parte de la investigación de la causa por narcotráfico.
Según el vocero, los funcionarios policiales Santillán y Pennisi no estaban autorizados por el juzgado federal necochense a efectuar ningún tipo de procedimiento respecto de Baliña, pero al menos uno de ellos sí participaba de la pesquisa.
"Lo que hicieron es un acto de infidelidad para con la Justicia. No fue un procedimiento legal; ni siquiera hubo un agente encubierto. Estos policías estropearon todo, porque las disposiciones en el expediente son contrarias a lo que sucedió", consideró.
Los uniformados -dijo- "aprovecharon alguna información" del caso e intentaron utilizarla para beneficio propio.
El arresto de los policíasDecisión. Baliña denunció la aparente extorsión por parte de Santillán y Pennisi, aunque decidió actuar por su cuenta al considerar que había inacción judicial.
Encuentro. El sábado 27 de abril pasado, el empresario transportista se reunió con los agentes de la Federal en una estación de servicio ubicada en el acceso a Tres Arroyos, simulando su intención de pagarles la coima.
Armado. “Nunca hubo billetes marcados dentro de mi mochila. Cuando llegué, me dijeron que fuéramos al baño de la YPF y en ese momento vi que (uno de los policías) tenía un arma de fuego. Me negué a seguirlo y le dije ‘no, no te la doy (en referencia a la mochila); mejor vamos a mi camioneta'", explicó Baliña.
Golpes. "Tomó el arma y la cargó para disparar, pero alcancé a manoteársela y le rompí la cabeza con un golpe. Después llegaron mis primos, les dimos una paliza y llamamos a la Policía”, afirmó.
Derivaciones. En relación con este caso, la justicia federal de Azul investigará la posible comisión de delitos de acción pública (lesiones y robo), "con motivo y durante la interceptación y reducción" de los acusados. También se formará otra causa por presunto falso testimonio.
Fiscal. "El impulso que pueda tener la causa por droga depende del titular de la acción pública (en referencia al fiscal Portela)", dijo otra fuente de la causa.