Procesaron a una mujer porque amenazó a una guardiacárcel

El 8 de junio de 2023, Alicia Haydée Aguirre se presentó en la Unidad Nº 4 del Servicio Penitenciario Federal, para visitar a su hijo, Alfredo Ezequiel Álvarez, quien al menos para ese entonces...

El 8 de junio de 2023, Alicia Haydée Aguirre se presentó en la Unidad Nº 4 del Servicio Penitenciario Federal, para visitar a su hijo, Alfredo Ezequiel Álvarez, quien al menos para ese entonces estaba detenido por robo.

Al ser sometida al rutinario control para evitar el ingreso de productos prohibidos, mediante body scanner se detectó la presencia de un cuerpo extraño a la altura de su cabeza, donde llevaba puesto un colero de tela.

La ayudante segunda del servicio que la requisaba le pidió la entrega del elemento sospechoso, pero Aguirre no solo se negó sino que profirió amenazas contra la uniformada.

"Ya vas a ver cuando te cruce, yo te conozco, no sabés con quién te estás metiendo, te voy a revolcar en la calle..."

Y la agresión intimidante no terminó ahí: "Ya van a ver ustedes, los voy a agarrar en la calle cuando te vea con tus chidos, me va a conocer quién soy..".

La víctima, identificada con las iniciales J.E., aseguró haber sentido temor por la situación debido a que la acusada, con anterioridad, había estado detenida en el Servicio Penitenciario Federal y ella fue una de sus celadoras.

"Ella fue mi interna anteriormente y pudo haber visto que tengo chicos y me sentí amenazada. Si bien me ha pasado en otra oportunidad, en este caso me afectó por el hecho que nombró a mis hijos, ella puede llegar a saber que yo me encuentro sola y ahora que la veo que está afuera me da miedo de encontrármela y que se enloquezca y me haga algo", relató J.E.

La discusión del caso se centra, justamente, en saber si la acción de Aguirre tuvo un poder tal que llegó a amenazar a la víctima.

El juez federal de primera instancia de Santa Rosa, Juan José Baric, dictó el procesamiento sin prisión preventiva de la imputada, pero la defensa apeló la medida ante la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca, que confirmó la resolución, pero con un voto en disidencia.

La defensa argumentó que no hubo delito y que "estamos ante un evidente conflicto suscitado en el marco del control de las visitas que concurren al establecimiento carcelario a tomar contacto con los privados de libertad".

"Más allá del supuesto temor expresado por la agente de custodia, es claro que tales manifestaciones se deben contextualizar con el clima de tensión propio de este tipo de ámbitos", dijo.

Y agregó: "De lo contrario, se pondría a la Justicia a tratar, perseguir y enjuiciar más de un centenar de hechos diarios por cada una de las cárceles de cada lugar del país con tan solo anoticiarse una frase amenazante".

También dijo la defensa que aquellos dichos no generaron en la denunciante "cambios en la organización de sus hábitos de vida o un menoscabo en su libertad de acción".

La fiscalía, a su turno, consideró que la defensa pretende escudarse en una presunta "acalorada discusión" y que la agente aseguró en su primera declaración que sintió temor por sus hijos.

Los camaristas bahienses Pablo Candisano Mera y Leandro Picado confirmaron el procesamiento, sin prisión preventiva, de Aguirre por el delito de amenazas, en los términos del artículo 149 bis, primer párrafo, del Código Penal.

"En el marco del cumplimiento del protocolo de ingreso al establecimiento penitenciario está claro que la expresión con tenor amenazante proferida por la acusada logró atemorizar a la ayudante de segunda J.E., máxime teniendo en cuenta que involucra a la familia de ésta, lo que tuvo, en principio, aptitud suficiente para alarmar o amedrentar", consideró Candisano Mera.

"La amenaza tiene que ser hecha 'para' alarmar o amedrentar: pero no es necesario que esto ocurra realmente, pues es un delito de pura actividad. El delito se perfecciona con la amenaza misma, siempre que sea idónea. Pues se trata de un delito en el que la solución no pasa por determinar si la víctima es valiente o cobarde", agregó.

De todas maneras, sostuvo que esta decisión se toma en una etapa del proceso que no se necesita certidumbre irrefutable sobre el hecho ni su culpabilidad, con lo cual dejó abierta la posibilidad de discusión para el juicio.

A su postura adhirió el doctor Leandro Picado.

Tipificación. La camarista Silvia Mónica Fariña consideró, a diferencia de sus dos colegas del voto mayoritario, entendió que no se configuraba el delito de amanazas.

Exabrupto. "Cualquier discusión enerva las palabras amedrentadoras que pueden proferirse, por lo que resultan atípicas aquellas que pueden ponderarse como un mero exabrupto generado por una discusión acalorada", sostuvo. 

Situación. Dijo que si bien la guardiacárcel dijo haber sentido temor por sus hijos, confirmó que no volvió a tener problemas con Aguirre, pese a que fue a una nueva visita. Y que según testigos, el comportamiento de Aguirre era habitual ante los controles rutinarios.

Contexto. "Teniendo en cuenta el contexto, a mi modo de ver, no llegan a constituir una amenaza en los términos del artículo 149 bis del Código Penal, pues para ello lo dicho debe tener la idoneidad necesaria para afectar la libertad personal del amenazado, creando el estado de alarma o temor requerido por el tipo", agregó Fariña.