No es la salud, …..es la política
Editorial. Por Eduardo Fibiger
Eduardo Fibiger, Director de VillalongaHoy y FM TIEMPO-97.1
Antes de comenzar esta editorial estimado lector, le sugiero que se tome unos minutos.
Prepárese un té, unos mates o la infusión que prefiera y póngase cómodo, porque la “cosa” se me extendió un poco.
Es que hacía rato no se me daba por escribir.
Debo admitir que me resulta más fácil hablar por el mic que agarrar la compu.
Además no es fácil tratar de explicar que significa, desde mi punto de vista, el conflicto en el área de salud.
Arrancamos?.
Como Usted sabrá, esta semana ha continuado la sangría de profesionales de la salud en el Hospital Arancibia.
Según las enfermeras locales, ya han dejado de prestar servicio este año, ocho de ellas y en breve serían otras cuatro.
Una pena realmente.
Hace un tiempo
Dicen que para tratar de entender bien una situación, hay que ponerla en contexto.
Así que es un buen momento para recordar que, hace ya un tiempo, hubo un atisbo de política de estado en la salud para el mal llamado “interior” de Patagones.
Fue cuando el ex intendente Curetti percibió, más que otro lugar, que Villalonga crecía muy rápido y que en algún momento iba a tener una crisis de la cual, en algunos puntos, no podría dar rápida respuesta.
Es que el hombre tuvo un debut como jefe comunal de lo más complicado con la crisis del 2.001. Lo recuerdo bien porque fue él quien me pidió, siendo yo corresponsal del diario más importante del sur argentino, que diera la primicia del pago de sueldo con patacones.
Lo cierto es que Curetti, curado de espanto, no quiso repetir semejante sofocón y entendió que debía adelantarse en, al menos, dos aspectos muy sensibles.
El primero de esos temas fue en una política habitacional, gestionando y entregando más de 160 viviendas (de hecho fue durante su gobierno que se entregaron las últimas en nuestra ciudad-2011) más un sinfín de ayudas para mejoras habitacionales y hasta creó un barrio (El Esperanza).
El hombre, siempre perpicáz, percibio que lo mismo le iba a pasar en salud. La segunda problemática.
Ya la demanda, en el por aquel entonces Hospital Menor, iban en permanente aumento y sabía que, en algún momento, necesitaría más profesionales capacitados, que no tenía y que no los iba a encontrar a la vuelta de la esquina.
Fue así que gestionó e implementó dos carreras de enfermería en el “interior” de la cual egresaron más de 40 enfermeras.
Tampoco hay que olvidar la construcción del Caps del barrio Urquijo y de las ampliaciones importantes en propio hospital. También llegaron más médicos y algún que otro equipamiento menor.
Punto aparte: Increíblemente, Curetti no goza por estos lados de la simpatía de la mayoría de la comunidad de Villalonga. Cosas que tiene este pueblo. Pero eso será, tal vez, para otra editorial.
Volviendo al tema. Lo descripto fue lo más parecido a una política de salud que se implementó en nuestra ciudad, históricamente.
Durante la gestión de Zara, poco y nada. Alguna obra menor y profesionales médicos que, así como llegaban, se iban y donde los reclamos salariales también llegaron a las calles de la ciudad e incluso a ruta 3 y la imposición del nombre al nosocomio.
Curiosidad: Zara tampoco goza de mucha popularidad por acá. Además la primer marcha de salud contra su gestión, fue encabezada por una dirigente de ATE que después terminó siendo funcionaria de él. En fin.
Le cuento esto por lo que viene más adelante. Siga leyendo, no se distraiga. Sé porque se lo digo.
Y llegó la gestión Marino
Es cierto que tal vez haya que esperar un poco más, pero el inicio de la actual gestión en materia de salud, en nuestra ciudad al menos, ha sido de lo peor. Estamos retrocediendo a como no se veía desde los inicios de los 90 o antes.
Más allá de la mencionada renuncia masiva de las enfermeras, algo nunca visto, también ya fueron reemplazadas todas las autoridades de la Secretaría de Salud, amén de que tenemos casi la misma cantidad de médico que en los 80.
Todo un récord para 11 meses de gestión.
Sin embargo la respuesta de Marino a la problemática local ha sido la confrontación, la imposición, el ninguneo y el desplante. Solo se cambió al director por que el anterior ya había renunciado dos veces y les avisó que, con o sin reemplazante, se iba a su casa.
Porque esta actitud cuasi adolescente del Jefe Comunal?. Sencillo. Si el municipio cede ante las pretensiones de las enfermeras, amén de que se les abriría un gran conflicto en el Hospital Ecay, correrá el riesgo de ser exigido, no solo de las demás demandas de la ciudad, sino de todo el “interior”, ya que son las mismas exigencias. Es que Villalonga, por su volumen, queriéndolo o no, influye sobre las demás localidades.
Y si hay algo que nos han demostrado nuestras enfermeras es que juntar a gente de otras localidades no es una utopía. Es bien posible.
Imagínese por un instante esta situación, la de juntarse, multiplicada por cuantos sectores hay en el “interior” y que comparten el mismo ideal de no ser escuchados por el gobierno de turno mientras la ciudad cabecera recibe múltiples, continuas y millonarias inversiones con “la nuestra”.
Sería un movimiento con un volumen político, económico y social como nunca se hubiera visto en la historia del Distrito y que, sin dudas, cambiaría el statu quo en el que se vive hoy.
La Comunidad apoya
Estamos lejos de eso?. No crea que tanto.
Un punto a tener muy en cuenta es que, al igual que en la gestiones anteriores, la comunidad no se quedó de brazos cruzados y marchó junto a los agentes de salud en forma multitudinaria en tres oportunidades: Cuando fue echado Raigorodsky en la gestión de Curetti, en el inicio de la gestión Zara por temas salariales y ahora, en la gestión de Marino.
Eso habla de que el problema es comprendido y acompañado por los vecinos ya que traspasa a la gestión de turno.
Así que guarda el parche diría alguien por ahí. Tal vez el germen ya está, solo hay que abonarlo un poco.
Pero lo cierto es que, hasta ahora, el resultado, la falta de soluciones de fondo, fue el mismo. Poco y nada.
El meollo de la cuestión
Ahora bien, puesto el contexto de la problemática y en mi humilde opinión, el problema es mucho más profundo. No solo es una cuestión salarial de un grupo de enfermeras del “interior”, aunque es la visión más conveniente para el municipio.
Hay otras aristas que lo convierten en político. Y este es problema de fondo.
Por eso se ha elegido el camino que se eligió. Por esto estimo, lamentablemente, que las respuestas que puede haber no serán del agrado de las trabajadoras de la salud.
Veamos.
Por casualidad, por mentalidad o simplemente por el Dios “mercado”, esta problemática descripta minuciosamente ha hecho crecer de manera significativa la oferta de la salud privada en la ciudad donde varios consultorios, incluido el del sindicato de empleados de comercio, entidad gremial conducida por el propio Marino hasta el año pasado y hoy un por amigo personal del jefe comunal, tienen profesionales que desde el municipio dicen no conseguir.
Obviamente que a esta altura de los acontecimientos, esa excusa, es una falacia de tal magnitud que ya nadie cree. Si no hay que mirar un poco a Villarino donde hay profesionales en todos los hospitales, muchos de los cuales llegaron a la región por el Hospital Arancibia.
Otro dato para reforzar lo mencionado: Por estos días, el gobierno provincial rionegrino festeja el éxito de la convocatoria a profesionales médicos de todo el país. Cerca de 400 de ellos se inscribieron.
Ergo: Hay médicos y especialistas con deseos de radicarse donde sea.
Entonces que hace que lo hagan en Río Negro y en Villarino, pero no en Patagones?.
Buenos salarios y condiciones laborales acordes a la profesión. Que es lo mismo decir: Decisión política. Simple.
Entonces?.
Los que habitualmente seguimos de cerca a la política en Patagones, sabemos muy bien cuál es la génesis de muchos de los problemas que afectan al distrito en general, y al “interior” en particular.
Y es, precisamente, la falta de decisiones políticas, que no se reduzcan a cuestiones económicas, salariales o sectoriales, como el caso de salud, sino que tengan que ver con un desarrollo más equitativo de todo el distrito en distintas aspectos.
Si esto no es tenido en cuenta, llegaremos a un cuello de botella, que ya se está dando en Salud por ejemplo o prontamente en vivienda (nuevamente), porque inexorablemente, las demandas del “interior” irán en aumento.
Es que mientras el río Colorado tenga agua para repartir, nuestra ciudad y Pradere seguirán creciendo, lento tal vez, pero indeteniblemente.
A nuestra “hermanita menor” se la cargaron, históricamente, a Pedro Luro. Pero a no equivocarse, porque nuestros vecinos tienen más historia que muchos en el distrito y una identidad bien definida.
Pero Villalonga, Villalonga es otra historia.
Acá solemos pelearnos entre nosotros, es como un hobby que tenemos, pero alguien se tira contra el pueblo, y nos formamos como una legión romana.
Es solo una metáfora, que se entienda. Que pueblo no lo haría.
Lo concreto es que nadie en Carmen de Patagones quiere pagar el costo político de sacarle recursos a la ciudad cabecera para dárselo a los pueblos del “interior”.
Por eso el ninguneo, el aislamiento y el destrato a los sectores que, como salud, se elevan en reclamos justos.
Es que no quieren dar respuestas, que es bien diferente a no tener respuestas.
Como siempre, dirán que el municipio de Patagones es pobre, que la coparticipación, que la carrera médico-hospitalaria, que los demás empleados y cientos de etc.
Excusas, que como dije, por estos lados ya nadie cree y por eso se vota como se vota.
Respuesta para mis amigos maragatos, y los que no lo son y se enojan, de cuando me preguntan: Che que pasa en Villalonga?. Eso pasa, entre otras menudencias.
Villalonga y el resto de las localidades necesitan respuestas a sus postergadas necesidades.
Ajá y cómo Seguimos?
La pregunta es hasta cuando el municipio de Patagones podrá ignorar los reclamos de la segunda ciudad del distrito y por ende, del resto de las localidades.
Esto último fue una estrategia que uso en su momento el Curetismo y así le fue. Cual? La de ganar en Carmen de Patagones y “empardar” a Villalonga con el resto de las localidades.
Pero eso cambió a partir del 2.015 cuando nuestra localidad demostró su propio poder de fuego. Si no basta con analizar los resultados de las elecciones del 2.015 en adelante, las mismas movilizaciones multitudinarias o hacia donde fue él voto. Acá votamos a Lebed, Curetti, Zara y hasta Becker. Todas definieron elecciones y sacaron a intendentes.
Estos son solo algunos, puede haber más, de los datos que cualquier gobierno municipal o aspirante al sillón de la calle Rivadavia, no debería soslayar.
Las decisiones políticas que este o el gobierno que venga, deberá tomar, son, por un lado, el reparto más equitativo de los fondos públicos que toda la comunidad aporta con el pago de sus impuestos y por otro, una impostergable descentralización administrativa del municipio de Patagones, que también implica una redistribución del dinero estatal y del poder político.
Tales medidas, necesariamente, implicará sacarles a unos para darle a otros.
Es que mientras los del “interior” nos las arreglamos casi por si solos, vemos como el estado municipal llena de obras millonarias a la ciudad cabecera.
No es que no la merezcan. Pero no es menos cierto que el distrito de Patagones no solo es Carmen de Patagones aunque para muchos, como diría un ex concejal amigo ya fallecido, el distrito termina en las vías del tren de esa ciudad.
Y llegamos al “quis” de la cuestión
Lo relatado es lo que debe cambiar, porque eso es en el fondo de la cuestión.
Por eso reitero, humildemente, que no habrá buenas noticias para las enfermeras locales.
Y ahí es donde quería llegar.
Es una utopía cambiar esta realidad?. Para nada. Las utopías están para ser desafiadas y derrotadas.
Pero para para que ello ocurra, también será vital el involucramiento de las entidades intermedias de la ciudad en conjunto, muy en los “suyo” desde hace años (no vi ningún apoyo público a las enfermeras), y de los adormecidos dirigentes políticos locales de los distintos espacios (que tampoco se expresaron).Solo (algunos) medios volvimos a reflejar sin miramientos la problemática.
Yo me arriesgaría a proponer alguna idea como lo hice en anteriores oportunidades y con otras temáticas. Muchos que siguen a mis medios saben a qué me refiero y no preciso remarcarlo, aunque no vendría mal un poco de reconocimiento, claro.
Por ejemplo, será interesante explorar la posibilidad de una multisectorial que reúna a la mayoría de las instituciones de todas las localidades porque, como dije anteriormente, si algo nos viene demostrando el sector de salud de nuestra ciudad es que, cuando convocan a sus pares de otras localidades, estás acompañan.
Es que hay que entender que el “rival” del “interior”, no es Carmen de Patagones, ni los peronistas, ni los de Juntos, ni ahora los nuevos de LLA. Los rivales son aquellos que, con falsas promesas, se hacen del control del municipio para luego, entre otras cosas, aplicar la lógica: centrar sus esfuerzos en el lugar donde hay más votos y dirigir allí sus políticas y “convenios”.
Avala esta postura el hecho de que del 83 a la fecha, hubo 6 intendentes, 4 fueron del “interior” y de partidos diferentes. O sea…...No es una cuestión de ideología. Es…Llámelo como prefiera. Recuerda el ejemplo que le puse más arriba de la dirigente gremial. Bueno es eso.
Si no somos capaces de comprenderlo y por ende cambiar de estrategia, seguiremos teniendo en el distrito, una salud de primera y una salud de segunda, que es lo mismo decir ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.
En definitiva, creo, que el problema no es un reclamo salarial justo, el problema es la político, donde la salud juega un papel central y como tal, repercute directamente en los intereses de la política. Y si eso pasa, hay que combatirlo.
Le avise que la cosa venía larga. Le prometo que en la próxima, trataré de ser mas breve. Espero que le sea de utilidad.
Hasta la próxima …..