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Maíz: la fertilización es cada vez más importante, pero la brecha aún pone condiciones

El nivel de reposición de nutrientes en la Argentina es del 40 %, una cifra que se encuentra lejos de alcanzar la remoción total de nutrientes y, además, es menor respecto de otros países de la...

Maíz: la fertilización es cada vez más importante, pero la brecha aún pone condiciones

El nivel de reposición de nutrientes en la Argentina es del 40 %, una cifra que se encuentra lejos de alcanzar la remoción total de nutrientes y, además, es menor respecto de otros países de la...

El nivel de reposición de nutrientes en la Argentina es del 40 %, una cifra que se encuentra lejos de alcanzar la remoción total de nutrientes y, además, es menor respecto de otros países de la región.

Si bien los números ya eran públicos, una ratificación se apreció durante la realización de la reciente edición del congreso Maizar 2024.

En uno de los encuentros, el Ing. Agr. Gustavo Ferramondo, responsable de Mercados y Especialidades de Fertilizar Asociación Civil, sostuvo que ese nivel es considerado muy bajo; incluso, si se lo compara respecto de los Estados Unidos, Brasil o China, donde muchos de los nutrientes se reponen al 100 %.

Ferramondo comparó el ciclo histórico de aplicación de nutrientes entre los años 1993 y 2022, arrancando con menos del 10 % de reposición para llegar a la actualidad con niveles de 40-45 % de reposición respecto de lo que se extrae de los campos.

“Dentro de esos porcentajes también hay diferencias en lo que hace a los tipos de nutrientes. Siempre los nitrogenados y los fosforados son los que más se reponen, pero también los que más se extraen”, aseguró.

“Es decir, mayor brecha significa estar más lejos del rendimiento alcanzable”, agregó.

“La brecha en maíz es de más de 40 %. La diferencia entre los rindes logrados y los rendimientos alcanzables en secano son, incluso, mayores en maíz que en soja. La brecha es lo que se deja de ganar”, insistió.

Ing. Agr. Gustavo Ferramondo.

De acuerdo con una secuencia de variables positivas, la estimación que hace Fertilizar AC sobre el consumo de fertilizantes de la campaña 2024-25 es de un aumento del 5 %, para llegar a las 4,8 millones de toneladas, cuando la campaña previa fue de alrededor de 4,6 M/T.

“El precio de la urea (principal fuente de nitrógeno) bajó un 40 % y hubo una rebaja en los aranceles de los insumos. A eso se suma una suba en el precio de los granos”, añadió.

Otro aspecto que se analizó es la correlación entre el aumento en la aplicación de fertilizantes y el incremento en los rendimientos de los cultivos, ya que la superficie sembrada aumentó mucho menos que la producción de granos.

De este modo, el productor se encuentra ante un buen contexto para achicar la brecha entre la extracción y la reposición de nutrientes.

“Es un momento en el cual la aplicación se paga, ya que el cultivo reacciona con mayor rendimiento. Aún estamos con mucha posibilidad de crecer”, manifestó.

Hay que recordar que no solamente la dosis es importante, sino también el momento y la forma en que se aplica el nutrientes.

Por otro lado, Ferramondo mostró la curva de reacción del rendimiento ante los aumentos de dosis; dónde está hoy la Argentina; dónde se encuentra el alcanzable y dónde los Estados Unidos en términos de rendimientos promedio.

“En este escenario, en 2024 tenemos una baja cantidad de nitratos en el suelo debido a las lluvias y a otros factores. Hay aproximadamente unos 30 kilos de nitratos por hectárea”, explicó.

El especialista de Fertilizar también llamó a la responsabilidad individual para mejorar la sustentabilidad.

“Estamos tomando al suelo como nuestro subsidio. Pero, a diferencia de otros, el suelo es un recurso limitado”, aseguró.

“Hoy llegamos a un nivel límite de sustentabilidad. Hay que pensar hacia dónde nos queremos dirigir: hacia un círculo virtuoso de sustentabilidad o hacia un círculo vicioso. Son momentos para reflexionar, para entender los por qué y qué podemos hacer cada uno desde nuestro lugar, industria, productores, gobierno y demás”, indicó.

“Esto se entiende a partir que suelos con deficiencia de algún nutriente generan granos y alimentos con deficiencias, los que replican en deficiencias nutricionales en las personas”, aseveró Ferramondo.

Por su parte, Cecilia Cerliani, Magíster en Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Río Cuarto, presentó un estudio de Fertilizar AC que mide las brechas de rendimiento entre el manejo habitual que hace el productor (aplicación de nitrógeno y fósforo) en esa zona cordobesa frente a un manejo apuntando a altos rindes con nutrición balanceada con nitrógeno, fósforo, azufre, zinc y boro.

“Para realizar una nutrición efectiva de maíz es necesario tener en cuenta lo que nos estamos perdiendo de ganar por no realizar una adecuada fertilización o estrategia nutricional”, señaló.

Mg. Cecilia Cerliani.

Esta conclusión surgió de ensayos hechos por la entidad, los que se condicen con lo realizado en ensayos en Río Cuarto.

“Vemos que hay una pérdida del 16 % del rendimiento por no implementar una adecuada estrategia de nutrición al cultivo; es decir, colocar, de acuerdo con el diagnóstico, todos los nutrientes que requiere el cultivo de manera balanceada”, explicó.

Cerliani destacó que los suelos de la región pampeana se han ido empobreciendo a lo largo del tiempo, como consecuencia de un constante balance negativo entre lo que se aplica, vía fertilización, y lo que se exporta en granos.

“Eso hace que, hoy, tengamos respuesta a la aplicación tanto en nitrógeno y fósforo, como en azufre y zinc. Y estamos empezando a ver respuesta a boro, calcio, magnesio y potasio en algunas zonas”, dijo.

También remarcó que, para hacer un manejo eficiente de la nutrición, hay que empezar a emplear fuentes de nutrientes correctas y con las dosis adecuadas colocadas en el momento y la forma correcta.

“Para hacer esto es necesario un correcto diagnóstico, lo cual se realiza a través del análisis de suelo. Varios estudios han demostrado que aplicar estrategias de nutrición balanceada conlleva al aumento de la eficiencia de uso de los nutrientes”, sostuvo.

De allí la importancia de utilizar las herramientas que brinda la tecnología, como la agricultura de precisión, que permite ajustar la dosis de nutrientes a las distintas zonas de manejo que puede haber en un lote, sobre todo en aquella zona donde presentan una gran variabilidad.

“En el caso del nitrógeno podemos incluir altas dosis en las zonas más productivas, donde va a tener mayor respuesta a su aplicación y, en las zonas menos productivas, una menor dosis. Esto también se va traducir en una mejora en la eficiencia de uso”, aseguró la investigadora.

Asimismo, remarcó que, para lograr una eficiente nutrición de maíz, es necesario aplicar las estrategias que contemplen todos los nutrientes balanceados.

“Hay que recordar que no solamente la dosis es importante, sino también el momento y la forma en que aplicamos nutrientes y esto nos llevará a las mejores eficiencias. Además, no sólo vamos a mejorarla, sino que vamos a evitar seguir deteriorando el suelo”, sostuvo Cerliani.

Los condicionantes

“Las malezas que más impactan en el cultivo de maíz son Amaranthus, eleusine, digitaria y echinochloa. Son las que le dan dolor de cabeza a los productores que apuestan a la siembra”.

Lo dijo Pablo Angeletti, el gerente de herbicidas de UPL Corp Argentina, a la hora de los desafíos del cultivo.

El dato no es menor: una planta aislada de Amaranthus produce unas 100.000 semillas. Y el 60 % puede llegar dar una nueva planta al año siguiente.

En el caso de una gramínea como eleusine, el número de semillas está entre 5.000 y 14.000, de las cuales el 90 % puede llegar a prosperar.

El precio de la urea (principal fuente de nitrógeno) bajó un 40 % y hubo una rebaja en los aranceles de los insumos.

“El poder de descendencia de las malezas es muy alto. Por eso, el productor se preocupa para que no ocurran escapes, consciente de lo que puede generar el año siguiente”, aseguró.

Lo desafiante es que no hay un único manejo que logre un 100 % de control. Acá es donde el manejo integrado, rotación de activos y momentos cobra importancia.

¿Qué hacer para que el maíz esté en activo crecimiento y supere las situaciones de estrés? “Ahí es donde entra el manejo integral, al que se suman la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura, el manejo de fechas de siembra y densidades, y el aporte de los productos biológicos antiestrés para mantener al maíz en óptimas condiciones para ejercer la competencia”, sostuvo Angeletti.

“El productor sabe que no sólo tiene que llegar a la siembra de maíz libre de malezas para acumular agua. También que, a partir de ahí, por competencia de luz, nutrientes y agua, debe mantener limpio el lote por 40 o 50 días, hasta que el cultivo alcance su mayor desarrollo”, sostuvo.

“El productor tiene que elegir una combinación de moléculas que funcionen sobre estas malezas, que le den una persistencia de 50 días y que, justamente, no sean resistentes al herbicida que va a utilizar”, amplió.

Es decir, primero llegar libre de malezas a la siembra, porque si siembra con malezas de un tamaño considerable va a costar mucho controlarlas con post emergentes y, segundo, debe mantenerlo libre durante esos 40 a 50 días hasta que el maíz empiece a adquirir la habilidad competitiva, que hace que le termine ganando a las malezas.

“¿Cómo lo logra? El productor tiene que combinar preemergentes con postemergentes rotando sitios de acción, considerando la compatibilidad, el funcionamiento de tipos de suelo, pensando en el carry over que puede tener en el cultivo siguiente, y siempre cuidando el costo para que el margen bruto le dé positivo”, calculó.

Las condiciones de la próxima campaña

Cuando el productor pasa de un maíz temprano a uno tardío básicamente lo que busca es estabilidad, ya que en los últimos años el período crítico del maíz coincide con veranos muy secos, lo que impacta en gran medida en la producción de maíz.

Así, atrasando la fecha de siembra, sembrándolo en diciembre, con floraciones en febrero o marzo, el maíz rinde mucho mejor y logra rendimientos estables.

Pablo Angeletti.

“Este año arranca muy bien de agua y, ante la aparición de la chicharrita del maíz, el productor está esperando que sea un invierno muy frío para bajar el umbral de este insecto, que es el vector de la enfermedad Spiroplasma kunkelii”, dijo Angeletti.

“Para escapar de este problema se está pensando en siembras tempranas. Hasta que la población de la chicharrita prospere con el calor, uno ya se adelantó con la fecha de siembra y la floración y producción del grano; entonces, tiene menor impacto”, amplió.

“¿Por qué el cambio en las fechas de siembra del maíz le modifica la película al productor? Cuando se hace maíz temprano, se siembra junto al nacimiento de las malezas. En este caso, uno pone el herbicida y el cultivo de maíz va creciendo con el efecto de la herbicida protegiéndolo de las malezas. Ahora, con el maíz tardío, que se siembra en diciembre, el productor debe mantener limpio el lote desde septiembre, cuando empiezan a nacer las malezas, hasta diciembre, cuando se da el pico de nacimientos de todas las malezas”, explicó.

El paso de la chicharrita por el maíz en la campaña previa.

“Para eso opta por dos caminos. Uno es el de los cultivos coberturas que, en algunas zonas por restricción hídrica o tipo de suelo, no se pueden hacer. El otro es el manejo de herbicidas. Muchas veces el productor opta por invertir la bala de plata (sic) y poner productos con mayor residualidad en ese período de septiembre, octubre, noviembre, para que el lote llegue limpio a la siembra del maíz”, aseguró.

De cara a la nueva campaña, Angeletti sostuvo que el productor debe recurrir a la trazabilidad del lote (qué malezas tiene; qué escape; qué presión). En función de eso, y con algunos datos de clima y suelo, va a saber qué tipo de herbicidas le conviene usar si hace siembras tempranas. También va a tener que pensar en la rotación de cultivo que tenga el año siguiente a fin de no tener problema de carry over, pensando en que va a haber un verano muy seco”, indicó.

Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2024-6-25-5-0-57-maiz-la-fertilizacion-es-cada-vez-mas-importante-pero-la-brecha-aun-pone-condiciones

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