La lucha de las enfermeras del Hospital Arancibia continúa
Publicaron recibos de sueldos de sus haberes y anunciaron que no estarán en la fiesta por el aniversario de la localidad.
Recientemente, enfermeras autoconvocadas de nuestra localidad han hecho pública su inconformidad con los bajos salarios que reciben, a pesar de haber sido objeto de promesas de incrementos salariales. A través de las redes sociales, este grupo de profesionales de la salud ha revelado los recibos de sueldo de dos empleadas, poniendo de manifiesto las condiciones económicas precarias que enfrentan. Su mensaje, marcado por el enfado, subraya la necesidad de una revisión profunda en la política salarial de los trabajadores de la salud.
Las declaraciones de estas enfermeras ponen de relieve un problema estructural en la remuneración del personal de salud en la región. Al afirmar que "no mentimos" y que no temen mostrar "la miseria que nos pagan", estas profesionales evidencian una realidad que contrasta drásticamente con las proclamaciones oficiales sobre aumentos salariales. Ellas enfatizan que la última paritaria fue "cómica e impresentable", revelando la distancia entre las promesas de mejora y la realidad que enfrentan en su día a día.
Recibo actual de lo que percibe una enfermera del Hospital Arancibia.
El grupo también expresa su malestar hacia Gustavo Paleta, aludiendo a un manejo de la negociación laboral que consideran desleal y poco representativo. Al afirmar que su decisión de desafiliación del gremio obedece a su falta de representatividad, las enfermeras ponen de manifiesto la crisis de confianza que existe entre los trabajadores y sus supuestos representantes.
Ausentes con aviso
La comunidad de nuestro querido pueblo se prepara una vez más para celebrar su fiesta anual, un acontecimiento que reúne a todos en un clima de alegría y camaradería. Sin embargo, este año, el sector de enfermería ha tomado una decisión importante y contundente: no participará en el stand que representa a la profesión, algo que es habitual cada año donde los asistentes pasan a tomarse la presión o interiorizarse del acontecer de la profesión.
Esta decisión no ha sido tomada a la ligera, sino que nace de una realidad que nos duele profundamente.
Según sus expresiones, la decisión de declinar la invitación para estar presentes en la fiesta tiene una raíz clara: no quieren que su imagen sea utilizada para proyectar una realidad que no se corresponde con la situación actual.
“El stand que representa a la enfermería debería reflejar el orgullo y la dedicación que caracterizan a nuestra profesión, pero en lugar de ello, se convertiría en un escenario que enmascara una crisis que nos afecta profundamente. Quienes formamos parte de este sector proclamamos con firmeza y valentía que no permitiremos que se distorsione nuestra lucha ni que se trivialicen nuestros sacrificios. Hoy, más que nunca, es esencial que nuestras voces sean escuchadas y que comprendan que la enfermería no es solo un rol en la fiesta del pueblo; es un compromiso con la vida, que demanda atención y respeto real en cada uno de sus contextos”, remarcaron.
“Nuestro rotundo y determinante NO es una declaración de resistencia y dignidad. La enfermería, en crisis, no puede aceptar ser una mera representación festiva”, finalizaron.
Parte del personal de salud en el aniversario número 85 celebrado en el 2.015.