Invasión de loros: En Villarino si se ocupan de la problemática
Desde el HCD, emitirán un profundo documento sobre la situación. Piden que la Provincia los declare plaga.
En el sur del distrito del vecino distrito reclaman que la especie deje de estar protegida para poder combatir su presencia de otra manera, ya que los láseres y los cañones sónicos no surgen ningún efecto.
La invasión de loros barranqueros que azota al distrito de Villarino en los últimos años, sobre todo en su zona sur, parece haber llegado a un punto de inflexión: es tal la cantidad de ejemplares que sobrevuelan y habitan las poblaciones del área de riego, que vecinos e instituciones están reclamando que la Provincia deje de considerarlos una especie protegida.
Básicamente se está reclamando que sean declarados plaga, para poder combatir su presencia de otra manera. Los lásers y los cañones de sonido ya no surten efecto.
De un tiempo a esta parte, y tal como se observa en un video que fue lanzado a las redes sociales días atrás, estos animales habitan las zonas altas de Pedro Luro, Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi ocasionando constantemente ruidos molestos y suciedad en forma de excremento; prácticamente no hay un lugar limpio sobre veredas, plazas y espacios públicos en los que hay cableados aéreos. El problema también se ve reflejado en Médanos, aunque en menor medida.
El problema es, ni más ni menos, que el loro barranquero es una especie protegida por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, por lo cual no puede ser cazado. Todas y cada una de las ocasiones en las que estas poblaciones villarinense pusieron el grito en el cielo por este problema, terminaron encontrándose con ese techo.
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Sin embargo, explican, el problema es bien real. De hecho, en abril falleció un vecino de Hilario Ascasubi por psitacosis, y se cree que los loros y sus excrementos tuvieron mucho que ver en ello. Esta es una enfermedad infecciosa aguda causada por la bacteria Chlamydia psittaci, que se encuentra en aves infectadas, como palomas, loros y cotorras, entre otros. Cuando están enfermas, eliminan esta bacteria a través de secreciones oculares y respiratorias, además de excrementos secos y polvo de las plumas. Todas estas partículas permanecen en el ambiente y son aspiradas por la gente.
Esta última es otra de las razones por las cuales los vecinos decidieron dejar de esperar y salir a buscar respuestas. Como primera medida, y fundamental, reclaman que la Provincia declara estos loros como “plaga”. De hecho, formalizaron el hashtag #PlagaenVillarino para darle visibilidad a la problemática.
“Villarino no es el hábitat natural de estos animales. Al ser una especie protegida, no podemos combatirla; no podemos hacer nada, más allá de los láser”, se indica desde el Concejo Deliberante.
Sin embargo, este sistema de disuasión ya no obtiene buenos resultados. Hasta no hace mucho, se utilizaba un láser que, ubicado en un punto alto de cada localidad del distrito, iba girabando 360º y asustaba a estos animales. Esto dio resultados positivos durante un tiempo, hasta que se observó que muchos de los ejemplares “aprendían” que la tan temida luz no tenía ningún efecto en ellos.
“El loro se va, pero vuelve; no está en su hábitat natural, pero ya se hizo de esta zona”, advierten.
El punto, entonces, es hacer foco en que se trata de una especie que no pertenece a este distrito.
“Es decir, ¿por qué está protegido si no se encuentra en su hábitat natural? Nos parece bien en que se lo cuide, pero en el sitio donde corresponde y no en los pueblos, las escuelas o las plazas donde juegan los chicos”, explican.
Por estos días, el Concejo Deliberante de Villarino va a emitir un documento –avalado por informes oficiales- que detallará los destrozos que vienen haciendo estos animales en el distrito.
“Básicamente, vamos a pedir que se declare que los loros barranqueros son plaga. Hoy todavía no se están matando porque todavía se está buscando otra solución”, advierten.
A esta cuestión se suma también las pérdidas millonarias que han provocado a distintas entidades y empresas por los daños que provocan en el tendido aéreo de electricidad y de fibra óptica”, aclaran.
En las redes
El video difundido en los últimos días por todo Villarino, que comienza con el hashtag #PlagaenVillarino, señala que las distintas medidas que se han venido tomando para dar con una solución, no han tenido resultados positivos en el largo plazo.
Al respecto, se advierte que estas aves tienen “capacidad de adaptación y aprendizaje”: “En un primer momento las luces láser habían logrado espantar pacíficamente a las aves, lo mismo que el ruido y el movimiento de objetos, pero después volvían a posarse en los cables”.
En ese sentido, aclara que la zona urbana de estas poblaciones representa un lugar seguro y sin depredadores para estos animales.
“Los loros emiten sonido en forma continua y a toda hora, haciendo imposible la convivencia. Las heces conllevan enfermedades e incluso una persona falleció por psitacosis -se indica-. También provocan gastos millonarios no solo en sembrados, sino también general cortes de electricidad y pérdidas en empresa de internet y telefonía”.
Por ello, se reclama “que algún ente capacitado dé una solución”.
Para tener en cuenta
En pocos años, en Villarino, los loros barranqueros pasaron de ser pintorescos visitantes a causantes de graves problemas e inconvenientes que hacen muy difícil la convivencia con las personas en zonas urbanizadas.
Las localidades más afectadas son las del sur del distrito, como Hilario Ascasubi, Pedro Luro y Mayor Buratovich, donde recalan miles de ejemplares, aunque Médanos también ha recibido a colonias muy nutridas de estas aves. Del otro lado del río Colorado, en Villalonga, también ha habido problemas similares.
La rutina de estos animales es básicamente la misma en todos lados: duermen en el pueblo, en lugares altos donde consideran que se encuentran a salvo de predadores, y con el día levantan vuelo hacia donde despunta el sol, a los campos para buscar alimento; regresan momentos antes del atardecer, también buscando los últimos destellos de luz.
En este marco, desde hospitales y escuelas aseguran que ya no saben cómo contrarrestar el impacto negativo del bullicio que generan. Además, en sitios como la plaza central de Ascasubi grandes cantidades de excremento salpican sitios por donde pasan a diario chicos y adultos, lo que no sólo conspira contra la higiene, sino también contra la estética del lugar.
Otro de los graves inconvenientes que generan son los frecuentes cortes de cables de energía eléctrica e internet provocados por grandes bandadas que se posan sobre el tendido, por lo general al atardecer. Esto deriva en interrupciones del servicio en horas de demanda pico y un gasto muy importante para las cooperativas que prestan los servicios.
Según se explicó, los loros se paran sobre el cableado por el calor que genera el paso de la electricidad. Además, hasta los 10 años de edad, a estos animales les crece el pico y deben morder y picotear para calmar el dolor; en este caso, la fibra óptica y los materiales que la recubren les gusta mucho.