Huanguelén: por qué seguirá preso el único detenido por un crimen
El mediodía del 8 de marzo pasado una noticia conmocionó la habitual tranqu...
El mediodía del 8 de marzo pasado una noticia conmocionó la habitual tranquilidad de Huanguelén, una localidad de 6.500 habitantes ubicada a poco más de 200 kilómetros al norte de Bahía.
El cuerpo sin vida del dueño de una chatarrería había sido descubierto sobre una cama de su casa, en la calle 6, entre 36 y 37.
Eduardo Dupuy, de 62 años, presentaba un golpe en el parietal izquierdo. Y la puerta trasera de la vivienda estaba abierta.
Los investigadores actuaron rápido y en base a distintos elementos pudieron llegar al presunto autor: Jonatan Yoel Stroh (26), conocido de la víctima.
En su casa se secuestraron prendas de vestir con sangre y un hierro que habría sido utilizado como arma impropia para consumar el ataque.
Stroh está detenido desde aquel día y seguirá en esa condición porque la Cámara Penal de Bahía Blanca le acaba de confirmar la prisión preventiva dictada en su momento por la jueza de Garantías Nº 1 interina, Claudia Fortunatti.
De esa manera se descartaron los argumentos apelatorios del defensor oficial Eduardo Zalba quien, entre otros argumentos, planteó la exclusión probatoria del testimonio de un policía que reproducía dichos autoincriminatorios del joven al ser convocado como testigo, "lo que implica un avasallamiento al derecho de defensa y debido proceso".
También cuestionó el resto de las pruebas y el argumento del peligro procesal solo fundado en la pena en expectativa, sin tener en cuenta que Stroh vive en Huanguelén desde que nació, al igual que su familia.
Los camaristas Pedro Morán y Gustavo Barbieri, de la Sala I, desestimaron los planteos de la defensa y consideraron que existen pruebas suficientes para mantener al joven sospechoso privado de la libertad.
El testimonio de una persona que, desde una casa cercana, vio por una ventana la rápida salida de un hombre, en una bicicleta playera con canasto, desde la casa de Dupuy fue el punto de partida de la investigación.
Esa persona agregó que estaba "casi segura" de que era Stroh, porque "lo conoce desde hace rato". También dijo que Huanguelén "es una localidad chica y nos cruzamos entre todos".
Otro vecino, que fue quien dio aviso a la Policía sobre la puerta abierta y el hallazgo del cadáver, coincidió con que el crimen se produjo en el segmento horario dado en el primer testimonio.
"Buena plata"También dio pistas del móvil. Relató que Dupuy estaba contento porque "había hecho un trabajo grande" y que había obtenido "buena plata" para hacer una instalación de agua en su casa, luego de trabajos en la colocación de cubiertas en silos.
Y entre quienes empleó figuraría Stroh.
"Es decir, ya de estas primeras declaraciones surge una indicación concreta en relación al imputado y a su vínculo con la víctima", expresaron los camaristas en la resolución.
A las pruebas se sumaron las filmaciones de cámaras públicas y privadas.
Se pudo ver a Stroh en la bicicleta aludida desde su domicilio hacia el de la víctima (una cámara lo capta a media cuadra de lo de Dupuy) y también de regreso.
Caída del celularUn dato interesante fue tomado por la cámara del edificio de los Bomberos Voluntarios, donde se lo ve pasar por un badén con agua (avenida Gahan y 10) y en ese momento se produce un movimiento en el agua "típico de cuando algo cae y salpica".
Al hacer una inspección en esa esquina se encontró el celular de la víctima, reconocido por un testigo porque la funda tenía una figura de un billete de un dólar.
"Todo esto se complementa con el secuestro -en el domicilio del encausado- de prendas de vestir que coinciden con las descriptas por la testigo H y con lo observado en las referidas filmaciones, como así también la bicicleta utilizada por el encausado, que coincidía con lo observado en las cámaras de seguridad", agregó la Cámara.
Si bien el silencio del imputado no implica una valoración legal en su contra, los jueces destacaron que frente a "este abundante plexo cargoso" no existe una versión de descargo que justifique en modo alguno "su presencia en el lugar, en el día y horario en que se habría producido el hecho investigado".
Peligro procesalPostura. La defensa sostenía que no había riesgos de fuga por parte del acusado, teniendo en cuenta que siempre vivió en Huanguelén, al igual que su familia.
Rechazo. Para la jueza de Garantías sí existen peligros procesales, a partir de la calificación del hecho y la pena en expectativa y, por otro lado, las características y gravedad del mismo.
Cumplimiento. De ser condenado, la sentencia no solo sería de cumplimiento efectivo sino superior al mínimo legal de 8 años.
Agregado. La Cámara compartió el razonamiento de la jueza y agregó "la valoración de las particulares circunstancias del hecho, como ser que la víctima se encontraba recostada y que con aquel el encausado tenía un vínculo previo que le permitía conocer sus actividades y movimientos".