Hasta siempre Cinema San Martín

Seguramente los que no hicieron ningún esfuerzo por evitar la demolición, más adelante colocarán una placa recordando que ahí funcionó durante más de 60 años el cine del pueblo que fue uno ...

Seguramente los que no hicieron ningún esfuerzo por evitar la demolición, más adelante colocarán una placa recordando que ahí funcionó durante más de 60 años el cine del pueblo que fue uno de los más modernos y mejor equipados del interior de la Provincia.

Será tarde para lágrimas.

Cuando un amigo me envió la imagen de la camioneta fletera saliendo de Dorrego con butacas apiladas de lo que fue el cine San Martín, recordé aquello que podrán arrancarnos las flores pero nunca podrán detener la primavera.

Lo adapto: podrán llevarse las butacas, demolerlo, pero no lograrán borrar el cine que llevamos en el corazón.

Para muchos de los que crecimos en ese universo de fantasías, el cine nos orientó hacia el destino audiovisual como medio de trabajo y placer. Por eso el desguace, el triunfo de la piqueta sobre el arte y la fantasía, provoca infinita tristeza.

Imaginé este triste final, por eso hace dos años pedí al propietario la llave de entrada al edificio del cine abandonado, para filmarlo y que quedara registro de lo que fue.

El disparador de la foto de las butacas arrancadas con destino incierto me llevó a editar este clip, especie de requiem para una amigo que se va

Y decidí decirle adiós al cine como corresponde, a pura ficción, imaginando que el gran Ennio Morricone se enteraba del desguace y bajó del cielo a despedirlo con el himno de todos los cines de pueblo del planeta, la banda de la película de Cinema Paradiso. Con su orquesta, en la pantalla del cine San Martín, mientras caía el telón de la última función.