"Estamos esperando un milagro": salió del gimnasio, le quisieron robar y le dispararon en el corazón
Jonás Zamudio tiene 18 años y actualmente lucha por su vida, luego de que tres delincuentes que intentaban robarle el teléfono le dispararan en el pecho. La bala ingresó por la zona izquierda d...
Jonás Zamudio tiene 18 años y actualmente lucha por su vida, luego de que tres delincuentes que intentaban robarle el teléfono le dispararan en el pecho. La bala ingresó por la zona izquierda del tórax y quedó alojada detrás del corazón. "Está agonizando", advirtieron con mucho dolor desde el entorno de la víctima. El joven ya fue operado y se encuentra en la sala de cuidados críticos del Hospital de Urgencias de Córdoba, en coma inducido.
De acuerdo con los médicos, las próximas 48 horas serán clave en su evolución. Según trascendió, Jonás volvía del gimnasio a su casa en barrio Eco Tierra, al sudeste de la provincia de Córdoba, cuando tres delincuentes que venían en moto lo atacaron. A pesar de las amenazas, el joven se resistió y los malhechores le dispararon dos veces: una de las balas impactó en el costado izquierdo del tórax. "Le rozó el corazón", señaló su familia.
El joven cayó malherido al suelo y los ladrones escaparon a toda velocidad en la moto. Rápidamente, Jonás fue auxiliado por el amigo y por algunos vecinos que, al escuchar las detonaciones, salieron a socorrerlo. A pesar de eso, aseguran que la primera patrulla llegó 45 minutos tarde. El joven fue trasladado hasta el Hospital de Urgencias, donde se mantiene con pronóstico reservado ya que la bala quedó alojada detrás de su corazón.
Pedro, el abuelo de la víctima, dialogó con C5N relató que encontró a su nieto tendido en el suelo a pocos metros de su casa. "Es un chico que no tiene calle, no sale a boliches, no fuma, no toma y trabaja conmigo. Al sucederle esto, atinó a venir a la casa de un amigo mío que es policía. En ese momento, él no estaba y no pudo llegar hasta mi casa. Mi nieto ya estaba herido. No es gente del barrio que roba, vienen de otro lado", señaló el hombre.
Iba "cortando semáforos" y chocó contra un colectivo en Balvanera: hay ocho heridosAdemás, le reclamó a la "jefa de la Policía de Córdoba" seguridad más estricta. "Es un barrio de 800 casas una posta policial. Los políticos cuando necesitan de nuestro voto, están. Pero ayer se hizo una manifestación y no se presentó nadie. En el hospital los únicos que pueden verlo son sus padres y la poca información que nos dieron los médicos es que está en terapia intensiva esperando a que mejore", manifestó.
Visiblemente angustiado, Pedro aseguró que la familia está a la espera "de un milagro" para su nieto. "Es una persona sana de mente, que no tiene maldad y que se hizo querer", explicó. Por otro lado, Norma, la abuela de Jonás, explicó que su nieto nunca perdió el conocimiento y que fue él quien les llevó tranquilidad en medio de la lógica desesperación por su estado. "La bala sí le tocó el corazoncito a mi flaco", detalló.
Y continuó: "El estado de Jonás es reservado. Le hicieron puntos y ahora están esperando la evolución de una droga que le van a poner porque sus pulsaciones han bajado. Él nos decía que nos quedemos tranquilos, que estemos bien, nos daba tranquilidad porque vio que nos desesperábamos. Nos contó que lo intentaron robar, que eran tres en una moto y que cuando no pudieron sacarle lo que tenía le pegaron un tiro".
Con lágrimas en su rostro, la mujer resaltó que el disparo "fue cerca de las costillas" y que "la bala le llegó al corazón". "Los médicos nos dijeron que era un milagro que estuviera vivo y la Policía no nos ha dado ninguna respuesta", afirmó. Noelia Arancibia, mamá de la víctima, contó en Canal 12 de Córdoba que su hijo fue sometido a una cirugía a corazón abierto debido a que la bala quedó alojada detrás del órgano.
A su vez, contó que la última vez que pudo verlo fue anoche y aseguró que, por ahora, su hijo se encuentra "estable". "No le llegaron a robar, le tiraron a matar”, sentenció. Familiares, amigos y vecinos de la víctima salieron a manifestarse este miércoles para exigir justicia y pedir mayor seguridad. Insisten que no se trató de un caso aislado y que los robos se repiten a toda hora.