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Carne vacuna: la caída del consumo limita la recomposición de precios

“Los datos de inflación del mes de octubre confirman una tendencia a la desaceleración inflacionaria desde los máximos alcanzados a finales del año pasado. En este sentido, la caída del cons...

Carne vacuna: la caída del consumo limita la recomposición de precios

“Los datos de inflación del mes de octubre confirman una tendencia a la desaceleración inflacionaria desde los máximos alcanzados a finales del año pasado. En este sentido, la caída del cons...

“Los datos de inflación del mes de octubre confirman una tendencia a la desaceleración inflacionaria desde los máximos alcanzados a finales del año pasado. En este sentido, la caída del consumo, ligada a una menor capacidad de compra, sigue limitando la recomposición del precio de la carne”.

La declaración corresponde a María Julia Aiassa, del Rosgan, a propósito de la coyuntura de uno de los sectores de mayor sensibilidad para el consumo en la Argentina.

El dato de este octubre, con una variación mensual del IPC del 2,7 %, alcanza la cifra más baja en lo que va del año y retorna a niveles no registrados desde finales del año 2021.

De este modo, en los primeros diez meses del año la inflación acumulada asciende al 107 % versus 120 % registrada en igual período de 2023.

“Si bien en términos interanuales este cambio de tendencia aún no se percibe, sí comienza a reflejarse en las cifras parciales del año”, añadió.

“Algo similar sucede con el nivel de ingresos. Los datos interanuales aún no muestran una recomposición plena de los indicadores, aunque esto sí se refleja al analizar los datos parciales del año”, afirmó.

En el caso del nivel de ingreso medio de los argentinos —indicador que surge de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) que realiza el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec)— los datos correspondientes al segundo trimestre del año mostraban un ingreso promedio per cápita del total de la población de $ 289.562, un 85 % superior al dato registrado en el último trimestre del año 2023 (contra una suba general del IPC, para ese primer semestre del año, del 80 %).

Asimismo, si se toma el índice de sueldos con datos al mes de septiembre de 2024 se aprecia que, para la porción asalariada de la población, el incremento percibido en lo que va del año fue del 119,2 % respecto de diciembre previo (contra una inflación que, a septiembre, acumulaba un 102 %).

Es decir, ambos indicadores comienzan a mostrar ligeros signos de recomposición parcial.

“Sin embargo, la sensación de la calle es que el poder de compra de los consumidores aún no logra recuperarse”, sostuvo Aiassa.

Esto se explica, precisamente, por los cambios que ha sufrido la distribución del gasto de los hogares debido a la suba de precios y tarifas de otros rubros, que compiten —en cierto modo— con el gasto destinado a alimentos.

Si se consideran los datos publicados a octubre por el Indec, se aprecia que la división que mayor aumento registró, por encima del 2,7 % del Indice General, fue el ítem denominado Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 5,4 %, contra Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un aumento promedio de apenas un 1,2 % mensual.

En tanto que, en lo que va del año, las subas en alquiler de la vivienda —y demás gastos conexos— acumula un incremento del 216,6 %, mientras que la suba general de precios de los alimentos alcanza el 88,8 %.

“En concreto, la trayectoria de ambos indicadores no hace más que confirmar la readecuación que sufrió la distribución del presupuesto de los hogares en los últimos meses en la que, claramente, el gasto en alimentos está sintiendo una de las mayores caídas”, comentó.

En el caso particular de la carne, de acuerdo al relevamiento de precios minoristas que realiza el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), tanto la vacuna, como la porcina y la aviar, registraron subas de precio inferiores a la inflación en los últimos doce meses.

Los precios del pollo y del pechito de cerdo tuvieron una variación interanual del 176 % y del 173 %, respectivamente, mientras que el precio promedio de los distintos cortes de carne vacuna alcanzó el 149 % interanual (con apenas un 33 % en los primeros diez meses de este año).

“Sucede que, ante este escenario de bolsillos ajustados, el consumo tiende a reemplazar alimentos por sustitutos de menor valor”, explicó la consultora de mercados ganaderos.

En los últimos doce meses, las carnes vacuna, porcina y aviar registraron subas de precio muy inferiores a la inflación.

“Esto es, precisamente, lo que se viene observando en el consumo de carnes, donde la relación de compra entre un kilo de asado y un kilo de pollo es casi 3 a 1; mientras que la relación contra el pechito de cerdo fluctúa en torno a 1,5 kilos”, manifestó.

“Por lo tanto, a pesar de ser la proteína cuyo precio se encuentra más atrasado contra la inflación, la carne vacuna es la que mayor caída presenta en términos de consumo aparente en el último año”, aseveró.

De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, el consumo de carne de vacuna cayó en los primeros nueve meses del año a un promedio de 47,3 kilos per cápita.

Los datos representan más de un 11 % de caída en relación a igual fecha de 2023, contra un consumo de pollo que, en igual período, se contrajo en menos de un 2 % y un consumo de cerdo que, en este contexto, se sostuvo (marcando, incluso, un ligero crecimiento).

“No obstante, al analizar datos de consumo aparente en productos como la carne, en los que la distribución y la venta en el mercado local se realiza mayormente en fresco, es preciso tener presente que los volúmenes que absorbe el consumo se encuentran más relacionados con el nivel de oferta disponible que con el de demanda”, afirmó.

En tanto que las preferencias de los consumidores, o el nivel de demanda, se ven reflejados en los precios que están dispuestos a pagar los compradores por determinado nivel de oferta que se vuelca al mercado.

“En este sentido, al comparar los datos contra el año pasado, el volumen de carne producida que queda como remanente para el mercado interno, descontada la exportación, resulta sensiblemente inferior y es, en efecto, lo que se refleja en la caída del consumo per cápita, lo que limita la recomposición de precios de la carne es la escasa capacidad de compra que presenta el consumidor en relación a tal nivel de oferta”, describió Aiassa.

“Por lo tanto, el ajuste del precio puede darse por dos vías: o por una mejora sustancial de la capacidad de compra del consumidor local, responsable de más del 70 % de la demanda total de carne, o bien por una contracción significativa de la oferta disponible”, sostuvo.

“La segunda variable es muy poco factible que se observe de aquí fin de año, en razón del elevado nivel de ocupación que, aún, presentan los feedlots, sumado a la importante recomposición de los sistemas pastoriles”, contó.

“En lo que respecta a la primera de las variables mencionadas, más allá del impacto que todos los años tienen los aguinaldos en el consumo de fin de año, los principales analistas no proyectan por el momento una recomposición significativa de los ingresos reales hasta pasado el primer trimestre del próximo año”, concluyó.

Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2024-12-3-5-0-9-carne-vacuna-la-caida-del-consumo-limita-la-recomposicion-de-precios

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