Capacitarse y formarse: siempre es tiempo de aprender
El mundo laboral es uno de los sectores que ha experimentado mayores transformaciones en los últimos años en todo el mundo. Formarse y capacitarse siguen siendo, sin embargo, dos factore...
El mundo laboral es uno de los sectores que ha experimentado mayores transformaciones en los últimos años en todo el mundo. Formarse y capacitarse siguen siendo, sin embargo, dos factores claves para mantenerse o ingresar al universo del empleo. Ya sea por una demanda cada vez más específica de trabajadores calificados como por una necesaria actualización de conocimientos y habilidades siempre es un buen momento para hacerlo debido a la velocidad con la que se producen estos cambios.
El gobierno de la Provincia de Buenos Aires desarrolló un instituto especializado en formación laboral y destinado a vincular los contenidos que se implementan con las necesidades socio-productivas y de desarrollo local de cada distrito. Electricista Industrial; Tapicero/a; Manicuría; Cocinero/a para comedor escolar; Soldador/a Programador/a; Limpieza Institucional; Administrativo/a; Petisero/a; Colorista y Peinador/a son algunos de los muchos cursos laborales gratuitos, con certificación oficial, y especialmente diseñados de acuerdo a las demandas que se generan en la localidad donde se dictan.
Se produce entonces un círculo virtuoso en el que se promueven políticas para adquirir y perfeccionar conocimientos y habilidades laborales que surgen de las propias necesidades del mercado laboral local. Esto permite, entonces, acceder a él con mayor facilidad y en mejores condiciones. De esta forma, los cursos que se dictan no son los mismos en las zonas rurales que los en los grandes centros urbanos, en las zonas portuarias o en los pequeños poblados. Tampoco son iguales las capacitaciones que se dan en las diferentes estaciones del año porque también varía la demanda laboral estacional.
Las experiencias, entonces, son todas distintas y personalizadas de acuerdo a intereses, necesidades y proyectos de cada uno que asiste a uno de estos cursos para perfeccionarse.
Antonella Castro es de Ranchos y está haciendo, en el centro de Formación Laboral de la zona, el curso de petisero/a donde le enseñan todo lo relacionado con el manejo del caballo, herrajes, embocadura, entre otros. Lo realiza en un haras que brinda a todos los que participan las herramientas, los animales, las instalaciones y obviamente la capacitación. “Lo elegí porque vivo en Ranchos que es un lugar rural y la mayoría de las personas acá tenemos contacto con caballos. Yo tenía un conocimiento previo básico pero este curso me dio nuevos y además la experiencia de hacer todo en un haras es absolutamente distinta a cualquier otra formación”
Leandro Gallardo es de La Plata y realizó el curso de formación profesional de operadores socio comunitarios con atención de adicciones y consumos problemáticos. “Yo soy abogado especializado en la Ley de Salud Mental y me pareció que este curso se enmarcaba dentro de este campo. Fue todo ganancia hacerlo porque pude incorporar un montón de herramientas que no tenía. Ser operador me abrió un montón de puertas desde lo laboral y me pude meter en el campo de la salud mental que era a lo que me quería dedicar”.
Andrea Fernández hizo el curso de soldadora que se da en Baradero con el propósito de adquirir una nueva salida laboral. “También es importante tener conocimientos básicos para trabajar en el hogar, facilitando y ahorrando tareas. No solo aprendí técnicas de soldadura, sino que aprendí a organizarme, a presentar el material, a diagramar, a encuadrar para hacer un objeto final, ya sea desde una parrilla como un portarrollo para animales, que fueron cosas que fuimos implementando en el curso. Mi idea es seguir haciendo otras capacitaciones similares”
Paola Castillo siempre quiso tener una marca personal y lo pudo lograr a través de una capacitación en lencería y corsetería. El factor gratuito del curso fue fundamental para hacerlo porque desde hace un tiempo buscaba formarse, pero no estaba dentro de sus posibilidades económicas. “Yo no sabía coser, o sea, no tenía ni idea de costura. Durante la pandemia había empezado a hacer barbijos, pero era una costura recta, o sea, no tenía mucha más idea. Así que aprendí casi todo en el curso y gracias a eso hoy tengo mi propia marca de lencería en un negocio en una plaza importante de La Plata”
Como estas hay más de 425.000 vivencias de los y las estudiantes que pasaron por alguno de los 220 Centros de Formación Laboral que maneja el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Muchos de ellos consiguieron empleo a partir de estas formaciones, otros perfeccionaron habilidades que ya tenían y otros más descubrieron nuevas vocaciones. Políticas públicas que mejoran la vida de las y los bonaerenses.
Algunos números:
• Se capacitaron a más de 425.000 estudiantes desde 2019
• Se ejecutaron 176 subsidios por $ 158.787.253 que han servido para fortalecer los diferentes centros de formación laboral en 267 ocasiones
• 49. 715 estudiantes han concurrido a los 220 Centros de formación laboral gestionados por el IPFL en lo que va del año.
• Se dictaron 6503 cursos desde comienzo de año hasta septiembre de 2024
Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2024-11-27-13-27-0-capacitarse-y-formarse-siempre-es-tiempo-de-aprender