Caminata a Fortín Mercedes: Una experiencia única y personal
“Sentí felicidad, paz y gratitud por la vida. Recomiendo vivirlo” dijo Silvana tras los casi 50 kilómetros recorridos.
Este último domingo, un grupo de vecinos peregrinaron desde nuestra localidad hasta Fortín Mercedes, donde se encuentra el santuario de la Virgen María Auxiliadora. El punto de partida fue la estación de servicio YPF, donde treinta personas se reunieron a las 4 de la mañana, dando inicio a la aventura.
De las participantes, cinco ya lo habían realizado varias veces. Una fue Silvana Fraser, quien amablemente, contó a VillalongaHoy y FM TIEMPO-97.1, cuáles fueron sus vivencias.
“Esta es la cuarta vez que participo en esta caminata y, como siempre, es una experiencia verdaderamente única y maravillosa. Cada individuo que se une a este recorrido lo hace por motivos personales, lo que agrega un valor especial a la experiencia colectiva. Este año, formamos un grupo de cuatro personas que ya habíamos realizado la caminata anteriormente, mientras que al menos veintiséis participantes eran nuevos en esta travesía. Entre ellos, un grupo de seis mujeres de Pedro Luro, una joven de Pradere y un compañero Pradere, que se unieron a nosotros en nuestra localidad”, detalló.
Durante el trayecto, que se extendió por 12 horas y de la que surgieron conversaciones significativas y momentos de introspección, fueron asistidas por familiares.
“Una reflexión que resonó profundamente fue la de un compañero que expresó: No solo caminé cuarenta y siete kilómetros, sino que caminé cuarenta y siete años de mi vida. Este comentario me hizo pensar que, en mi caso, había caminado mis cuarenta y nueve años. La caminata, más allá del ejercicio físico, se convierte en un viaje hacia nuestro interior”, reflexiono la vecina de nuestra ciudad.
“El momento culminante es llegar y atravesar el primer portón que indica Fortín Mercedes. A pesar del cansancio y las molestias acumuladas, la felicidad y la paz que siente uno en ese instante son inmensas. Los abrazos, las lágrimas y el sentido de logro llenan el aire; en esos momentos, es inevitable pensar sobre lo que se ha dejado atrás durante la jornada, al tiempo que se manifiesta una profunda gratitud por todo lo vivido”.
Silvana recomendó a todos aquellos que aún no lo han experimentado, que lo hagan en algún momento de sus vidas.
“Es una experiencia única que vale la pena vivir. La caminata a Fortín se transforma en un viaje no solo físico, sino también emocional, brindando una oportunidad invaluable para la reflexión y el agradecimiento”.
Fotos: Silvana Fraser