La Sub secretaria de Desarrollo Social, Stella Fibiger, le presento este mañana la renuncia al cargo en forma indeclinable al intendente José Zara.

Si bien no manifestó puntualmente cuales fueron los motivos de su decisión, Fibiger lo atribuyo a cuestiones personales y laborales. Este medio también está en condiciones de decir que la funcionara “sentía que su labor no era completamente valorizada”.

La ahora ex funcionaria de la Coalición Cívica, integrante y fundadora de la alianza Unión por Patagones que llevo a Zara a la intendencia, debería volver al HCD ya que fue electa concejal en el 2015 y tiene mandato hasta el 2019.

En un extenso comunicado, Fibiger repaso los logros de su gestión al frente de la repartición municipal durante estos dos años de gestión.

El comunicado

A través de este comunicado, quiero compartir con la comunidad, la decisión de presentar mi renuncia, de manera indeclinable, al cargo de Secretaria de Desarrollo Social del Partido de Patagones, el cual desempeño desde el 10 de diciembre de 2015.

La decisión de dejar la Secretaría responde a motivos tanto personales como de índole  laboral, que fueron comunicados oportunamente al Sr. Intendente, José Luis Zara.

Quiero dejar en claro que, a pesar de no estar más frente al área a partir del 15 de este mes, este año, cada una de las dependencias de la Secretaría debería funcionar correctamente, ya que todo está debidamente coordinado.

La Secretaría de Desarrollo Social está, hoy, ordenada y jerarquizada; las descentralizaciones se encuentran coordinadas por trabajadoras sociales que se ocupan de los problemas de los vecinos, y no por operadores políticos que dan lugar al clientelismo.

Durante estos más de dos años, como resultado de un arduo trabajo, fue fortalecido el Servicio de Minoridad, con la participación de trabajadores sociales y técnicos en todas las zonas, así como con psicólogos.

Desde el lugar que me tocó ocupar, conformé grupos de atención en Minoridad, para abordar problemáticas tan sensibles para todos como son la violencia y las adicciones, en las localidades de Villalonga, Stroeder y Bahía San Blas. Además, conformé dos equipos de profesionales en violencia y consumo problemático de sustancias en Carmen de Patagones.

Se puso en marcha el Programa Operadores de Calle y se creó la Oficina de Violencia; se coordinó una casa refugio para víctimas de violencia; y una red de apoyo escolar gratuito en todas las materias y en todos los barrios de Patagones.

Otro aspecto que quiero destacar es la reactivación del CIC, espacio que fue utilizado con fines estrictamente sociales, y para acercar el conocimiento a los vecinos. Al igual que el Punto Digital, con una amplia oferta de cursos en informática, y los talleres recreativos y culturales.

El Programa de Huertas Comunitarias permitió el trabajo articulado con profesionales nutricionistas en espacios municipales como comedores e instituciones escolares, y el Programa Envión, algo que me permite estar muy orgullosa, fue regularizado, permitiendo que alrededor de 110 jóvenes pudieran ser incorporados, con un 90% de escolaridad que es el principal objetivo del programa.

Puse en marcha tres programas de formación y capacitación para jóvenes, permitiendo que éstos desempeñen tareas en el área de Espacios Verdes y Obras Públicas. Su trabajo puede ser apreciado por todos en plazas y espacios comunes de Patagones.

No quiero dejar de mencionar el Programa de Ayuda para la compra de materiales de construcción, con devolución en cuotas; los acuerdos alcanzados con Educación para la puesta en marcha del Plan Fines; la educación de adultos y la formación profesional; así como las pasantías terciarias y universitarias; y el Programa de Básquet Infantil Barrial, entre otros talleres.

Quiero agradecer a todos los vecinos del Partido de Patagones por el acompañamiento en estos más de dos años de gestión y en especial a los empleados municipales que supieron plegarse a esta forma de atender la política social. Hubieron errores, claro que sí; quedan muchas cosas por hacer; pero dejo mi cargo con el convencimiento de haber trabajado para la comunidad, en áreas tan sensibles como son la infancia, la adolescencia, las familias carenciadas, la capacitación para el empleo, la educación y la inserción social; las adicciones y la violencia intrafamiliar y de género.

Haré lo mismo de ahora en adelante, y desde el lugar que me toque ocupar.