Lo hicieron a través de un proyecto de Ley impulsado por el senador Andrés De Leo, y acompañado por su par de bloque, Marcelo Daletto. "Proponemos esta iniciativa porque consideramos que la disponibilidad inmediata de dinero es una acción concreta que incentiva al juego compulsivo", señaló el autor del proyecto.

Luego de conocerse la intención del gobierno de la Provincia de avanzar con la utilización de medios de pago electrónicos dentro de las salas de juego en el territorio bonaerense -que por estas horas parece haber quedado en suspenso debido al contundente rechazo que provocó-, desde el Bloque de Senadores de Juntos presentaron un proyecto para prohibir por Ley esta modalidad.

El texto propuesto por De Leo y Daletto dispone la prohibición de la instalación y funcionamiento de cajeros automáticos expendedores de dinero, de espacios donde se realicen transacciones con divisas y/o actividades relacionadas con préstamos personales de dinero contra entrega de documentos, cheques o empeño de bienes, y/o cualquier otra modalidad,  así como el uso de medios electrónicos que permitan la realización de transacciones con tarjetas de crédito y débito bancario, dentro de bingos y casinos, salas de máquinas tragamonedas, hipódromos o en cualquier ámbito público en el que se realicen apuestas por dinero o por cualquier otro medio de pago.

Además establece que la prohibición se extenderá dentro de un radio de cinco (5) cuadras de los establecimientos señalados.

En cuanto a los cajeros automáticos ya instalados y en funcionamiento dentro de los locales o predios a que hace referencia, dispone que serán desactivados dentro de los diez (10) días posteriores a la promulgación de la presente Ley.

"Esta Ley es un paso más en el sentido de establecer una política pública que tenga como meta luchar contra el flagelo de la ludopatía, y una continuidad de lo que había dispuesto la Provincia en 2016, a través de la resolución 2215", señaló De Leo, y agregó: "esta norma, dictada dentro del Programa de Prevención y Asistencia del Juego compulsivo e impulsado por el Instituto de Lotería y Casinos, tenía el objeto preciso de prohibir las máquinas expendedoras de dinero, y/o medios electrónicos en bingos y salas de juego, pretendiendo que la decisión acerca del monto o disponibilidad de crédito para jugar sea tomada de manera meditada".

"Sabemos -por estadísticas-, las graves consecuencias que la ludopatía trae a las personas y a las familias, sobre todo en tiempos de crisis, y desde el Estado debemos hacer todo lo posible para evitar facilitar esta problemática", finalizó diciendo el senador bahiense.