Algunas cosas cambiaron en el hospital Arancibia tras el fatídico caso de Martín Ferreyra Torres y pareciera que no fueran para un mejoramiento del precario servicio de salud de la ciudad.

El más visible fue el reemplazo en la dirección.

Paula Zarich, quien estuvo al frente de la institución desde la llegada de José Luis Zara a la intendencia en el 2.015, presento la renuncia luego del sonado caso mencionado. En su reemplazo fue designada la Dra. Gutierrez en forma interina por el lapso de tres meses.

Lo cierto es que durante la gestión anterior se brindaba un informe diario de la situación del COVID en la localidad, lo que favorecía la toma de conciencia de parte de la población sobre gravedad de la situación.

Recordemos la que la ciudad llego a tener 84 casos de COVID con 11 fallecimientos, la tasa más alta en ese momento de todo el distrito.

Eso, tristemente, cambio.

Este medio contacto a la Dra. Gutierrez en varias oportunidades para conocer cuál es la situación del COVID  como así si se tiene previsto lugares alternativos de internación como fue dispuesto el año pasado por la ex directora (funcionaba en el salón de la Iglesia) sin  siquiera recibir una respuesta ante ambas requisitorias periodísticas.

Además de ello, este medio pudo comprobar in situ el pésimo funcionamiento del sistema de atención y seguimiento de casos de COVID a través del área de epidemiología citando, por ejemplo, a personas a concurrir al hospital pese a que dicha área le había ordenado aislarse en su domicilio particular y cuando concurrió al nosocomio, debió esperar 50 minutos, retirándose sin ser atendido. 

En medio de la segunda ola de COVID que sufre el país donde desde el gobierno nacional y provincial insisten en la gravedad de la situación, viéndose a diario a funcionarios y especialistas advertir de la importancia de prevenir a la enfermedad, a la población de esta ciudad se la tiene totalmente desinformada desconociendo cuántas personas están con COVID, cuantos aislados existen o cuantas camas de internación están disponibles en caso de producirse un rebrote.

Algunas cosas han cambiado en el Hospital Arancibia. Pareciera, lamentablemente, no ser para bien.