Después de que se apuntara al segmento etáreo señalado de entre 20 y 40 años como el principal vector de transmisión en este rebrote del Coronavirus en todo el país, desde los municipios de la zona comenzó a implementarse una nueva estrategia para disminuir al máximo los contagios: más allá de la prevención, se está promoviendo el contacto cero con los grupos de riesgo.

Esta medida ya se venía aplicando en algunas comunas desde el principio de la pandemia, pero en los últimos días otras empezaron a ver la posibilidad como una opción más que válida.

El viernes, sin ir más lejos, la comuna de Villarino prohibió las visitas e ingreso de personas ajenas, a los geriátricos y hogares de ancianos de todo el territorio. “Estas medidas -se explicó- se toman de manera preventiva y para resguardar la salud de todos los residentes de las instituciones”. Y no se descarta que otros puedan imitarlas en los próximos días, de no cambiar sustancialmente los números de contagio.

En Coronel Pringles, por el momento, van a aguardar una decisión de la Provincia para decidir qué hacer.

Al no poder controlarse a la juventud, se dispone salvaguardar la salud de quienes pertenecen a los grupos de riesgo.

Otros, sin embargo, todavía mantienen las visitas a los geriátricos, pero con el cumplimiento de estrictos protocolos.

En Tornquist, por ejemplo, desde la comuna se informó que al estar en Fase 4 no existe la obligación de prohibir las visitas.

“En ninguno de los dos geriátricos en que participa el municipio tenemos restricciones. Eso sí, hay estrictos protocolos, permitiendo las visitas de a una persona, acotando la cantidad semanal y salvaguardando el ámbito en que se producen y la cercanía”, se indicó desde la comuna.

En Puan ocurre algo parecido: con protocolos, las visitas a familiares internados en hogares de ancianos están autorizadas, aunque pueden suspenderse según la cantidad de casos en la localidad, o si hay personal o familiares en estudio. Aquí, se realizan de a una persona, permitiéndose la presencia de personas residentes en el distrito o que hayan permanecido en él en los últimos 14 días. Protocolos como el distanciamiento, uso de barbijo y control de temperatura son obligatorios. Además, los encuentros deben llevarse a cabo al aire libre, durante no más de media hora.

   En Coronel Dorrego, solo se flexibilizó para las fiestas de fin de año.

   Algunos municipios ya habían implementado estas medidas y, por el momento, no parece que tengan pensado en dejarlas sin efecto. En Saavedra, Patagones, Monte Hermoso, Adolfo Alsina y Coronel Suárez, las visitas están prohibidas desde hace tiempo. En el balneario, por ejemplo, se permite que los familiares puedan ver a sus abuelos desde la ventana, pero no pueden ingresar. En Pigüé, pasa lo mismo y en base a turnos; en uno de ellos, apenas, se permite que se tomen la mano por una abertura que hay en un vidrio, a la altura de la cintura. En Bahía Blanca tampoco están permitidas.