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"Las prohibiciones y bajadas de fase no sirvieron para nada"

Lo dijo el director del Hospital Municipal de Bahía Blanca, Dr. Gustavo Carestía.

El director del Hospital Municipal de Bahía Blanca, Gustavo Carestía, dijoque “las prohibiciones y bajadas de fase no sirvieron para nada”, en cuanto a la pandemia de coronavirus.

Sobre las aperturas para la temporada de verano, el médico sostuvo que “hay que ser mago” para saber qué pasará con la COVID-19, consultado sobre la apertura de actividades.

“Las prohibiciones y las bajadas de fase no han servido para nada. La gente está cansada, porque son muchos meses de cuarentena, y se dejan de cumplir algunas normas. La actitud de prohibir tiene que ser muy fuerte y, si es permisiva, hay que hacer un gran trabajo de educación”, opinó en comunicación telefónica con el programa Hechos de radio.

“Uno espera que la gente se cuide, pero es muy difícil después de tanto”, agregó.

Sobre la situación en el hospital con respecto a la cantidad de pacientes internados con coronavirus, contó que “están un poco mejor”, pero más que nada en terapia intensiva. “En terapia tenemos cinco camas ocupadas, de nueve. (…) En el sector de clínica, con pacientes leves o moderados, estamos al 100 %”.

También indicó que hay mucha afluencia de gente en la guardia y, al ser consultado sobre si atienden a personas con seguridad social, dijo que “de ninguna manera” se deja de atender a alguien por más que tenga obra social.

“En la guardia, obviamente, se atiende a todo el mundo. A los que tienen seguridad social se les pide, después de una primera atención, si pueden ir a un lugar privado. Tenemos una obligación clara con los que no tienen seguridad social, porque se pueden atender solo en hospitales públicos”, expresó.

Consultado por los números de contagios diarios que hay en Bahía, Carestía consideró que estamos “en una meseta alta, que por un lado es bueno, pero sería mejor tener muchos menos casos”. “Todo parece indicar que luego de esta meseta alta, en un plazo moderado, pueden llegar a bajar los casos”, al igual que ocurrió en el AMBA.

Sobre la situación económica del centro de salud, dijo que no han tenido “sobresaltos, pese a que seguramente vamos a terminar el año con un déficit de alrededor de 40 millones de pesos, que es el gasto que venimos teniendo extra por el tema COVID de acuerdo al presupuesto que teníamos para este año”.

“Hubo sobreprecio en los insumos. Es lo último que uno espera, porque aprovecharse económicamente de una situación de este tipo es lo último que uno espera, es una barbaridad. La pandemia de la avivada, de sacar ventaja en momentos difíciles”, agregó.

Además, sobre la cantidad de muertes que hay en la ciudad, dijo que “no es llamativo”. “Lo que dicen los epidemiólogos es que el número de muertes es relativamente más bajo que en otras ciudades u otros países”.

En cuanto a los contagios en el personal de salud, contó que “la situación ha mejorado notablemente. En un momento tuvimos casi 90 personas entre contagiados o aislados; ahora los contamos con los dedos de una manos, estamos un poco más cómodos”.

Finalmente, consultado por el tema de la vacuna, expresó que “es probable que la tengamos” a principios del 2021, pero solo “para ciertos grupos de riesgo, no masivamente”.

 

Fuente: La Nueva

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