Luego de 15 días de intensa labor, los bomberos de la provincia de Córdoba logaron contener los distintos focos ígneos que afectaban a la provincia mediterránea y se encuentran en guardia de ceniza para prevenir un posible rebrote.

Según datos del SINAME (Sistema Nacional de Alerta y Monitoreo de Emergencias) del Ministerio de Seguridad de la Nación, además de Córdoba, las provincias afectadas por los incendios en estos días son: La Rioja, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones, Catamarca, Corrientes y Salta.

En comunicación con FM TIEMPO, el Com. Gral., Gustavo Nicola, Director de Operaciones de la Federación de Bomberos de Córdoba, aseguró que en su provincia "ya no quedan fuegos activos y se encuentran en guardia de cenizas".

El consultado afirmó que después de más de quince días de arduo trabajo han logrado contener los siniestros que hasta el día de la fecha han arrasado aproximadamente 40.000 ha., siendo los focos más afectados Pan de Azúcar con 7.026 hectáreas y Cerro Negro con otras 22.700 hectáreas. 

Con respecto al origen de estos focos, Nicola aseveró “que en un 95% de los incendios está la mano del hombre, son muchas variables que se están manejando: sabotaje, incendios intencionales para el pastoreo, incendios intencionales para que haya algún emprendimiento urbanístico. El abanico es muy grande, lamentablemente, en el caso de que no sean sabotajes, se hacen sin cuidado y pone en peligro a la población y en vilo a toda la gente".

Otros factores que inician los incendios, según explicó, son los climáticos como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes que inciden en su propagación.

En Capilla del Monte se lamentaron distintas pérdidas entre las que se detallan veinte casas quemadas y otras parcialmente afectadas; en tanto que en Cosquín hubo cien personas evacuadas pero hasta el momento no víctimas humanas, “sólo se reportaron lesiones menores en los bomberos que trabajan en la zona, como esguinces y torceduras”, añadió Nicola.

“Por estas horas el panorama en la guardia de ceniza es  alentador, ya que los vientos mermaron y la temperatura disminuyó”, agregó.

“Es un espectáculo muy triste, porque cuando lleguen las lluvias van a arrastrar todo ese sedimento y las cenizas van a tapar las bombas que dan agua a la población, contaminándolas. Hasta que no se limpie todo eso, vamos a tener problemas en aquellas poblaciones que están río abajo”, explicó el bombero.

Otra de las consecuencias del desastre ambiental, uno de los más importantes de la última década en Córdoba, es la mortandad de cientos de ejemplares de distintas especies.

“Esto trae como consecuencia inmediata una gran cantidad de especies amenazadas ya que en las zonas quemadas disminuyen las poblaciones de mamíferos pequeños, anfibios y reptiles, debido a que sus áreas de vida quedan reducidas, con escasa capacidad de huida y dificultad para encontrar nichos después de las quemas o incendios. Esto produce, además, un efecto en las cadenas tróficas ya que la disminución de la densidad de pequeños mamíferos, como los roedores, puede influir negativamente en la disponibilidad de alimento para sus depredadores naturales. Las especies de rápido movimiento, como los mamíferos medianos y grandes, pueden tener problemas en la competencia por recursos fuera de sus hábitats originales. Las aves también sufren impacto porque se destruyen los sitios en los que anidan o porque tienen sus perchas en los pastizales altos o juncales”, opinó sobre las consecuencias del siniestro. 

Para terminar, Nicola agregó que se han movilizado 3.000 bomberos de los 5.000 que cuenta la Provincia, organizados en dos Federaciones. “Hemos logrado confluido en un solo equipo y trabajamos codo a codo”, destaco.

Audio: Gustavo Nicola