INTA H. Ascasubi: alerta sobre triquinosis en carne de jabalí
Fue tras confirmarse un caso tras un muestreo de un laboratorio.
Un reciente muestreo remitido a un laboratorio privado demostró que, al igual que el cerdo doméstico, el jabalí puede ser portador del parásito que causa la triquinosis. La popular creencia que el jabalí no es vector de la triquina es rotundamente falsa.
El agente causal de la triquinosis es un parásito fácil de detectar mediante un simple análisis de laboratorio. Esta medida permite prevenir el contagio de la triquinosis entre los consumidores de los chacinados con ese origen.
En esta época del año que son frecuentes las tradicionales "carneadas" se recomienda enfáticamente, cumplir con la premisa de enviar a analizar a los laboratorios veterinarios oficiales muestras de tejidos (músculo maseteros, entraña, lengua intercostal) para detectar la presencia del parásito.
La carne del jabalí es valorada por ser magra, firme y de sabor particular, características que dependen del estado corporal del animal. Los cazadores suelen compartir sus presas, en un circuito que suele ser deficitario de controles sanitarios. Ello resulta extremadamente riesgoso cuando las presas se consumen en preparaciones sin cocción por calor, tal como carnes saladas, embutidas, etc.
El jabalí, que es una especie exótica, ha encontrado buenas condiciones para su multiplicación en las espesuras de los montes naturales y en el sistema de riego del sur bonaerense.
En Villarino y Patagones los conflictos con el jabalí son frecuentes. Suele causar graves pérdidas por su modalidad destructiva de consumo y existen evidencias que causa depredación de corderos.
Además, puede originar accidentes carreteros, pues en su deambular nocturno suelen cruzarse al tránsito vehicular. La caza deportiva forma parte del acervo cultural regional y está sujeta a estrictas medidas de control.
El análisis de laboratorio para descartar triquina en las capturas de jabalíes destinados al consumo humano resulta una medida que no se puede soslayar.