Miguel Mateos paso por la Fiesta de la Soberanía
“Es maravilloso lo que pasa en los festivales argentinos; la textura y el mestizaje de la música nuestra” dijo el músico.
La tercera noche de la Fiesta de la Soberanía Patagónica llegó con la mística del rock nacional e hizo emocionar a casi tres generaciones en la impecable voz de Miguel Mateos.
Después de 40 años, el reconocido cantautor pisó suelo maragato y brindó un inolvidable espectáculo en un recorrido por sus clásicos temas de los 80, con una perfecta combinación con su reciente material discográfico “Dostrecua”.
Antes de pisar el escenario principal, Miguel Mateos ofreció una conferencia de prensa a los medios locales, junto a los Intendentes de Patagones y Viedma, José Luis Zara y Pedro Pesatti, la Directora de Cultura, Mónica Badillo y la Coordinadora de la Fiesta de la Soberanía, Mariana Heredia.
Allí, el artista expresó: “Me alegra venir a Carmen de Patagones y tener a ambos intendentes al lado es todo un privilegio para mí”.
Además, recordó su última visita en los primeros años de su carrera, entre 1984 y 1985 y destacó: “Cumplo 40 años de trabajo y han pasado demasiado rápido” y trajo a recuerdo también sus inicios en la música, junto a su madre; profesora de piano y música, directora de coros y presidenta de una peña folklórica, lo que lo llevó a tener una estrecha relación “muy argenta con la música”, dijo.
Sobre el final de su dialogo con la prensa local, Mateos destacó que “los festivales nacionales y populares a lo largo y ancho de la argentina son maravillosos y hace tiempo nos los hacía. Estuve en otras provincias y latitudes y es maravilloso lo que pasa en el verano argentino, la textura, el mestizaje de la música nuestra”.
Minutos antes de subir a la plataforma, dejó demostrado su entusiasmo por el show que luego brindaría a miles de familias de la comarca y la región.
“Volver es una expectativa muy grande de reencuentro con el público, disfruto las fiestas populares, hice este año 6 o 7 y esta es la última de este periodo, porque comienzo una gira internacional pero he disfrutado mucho el reencuentro con la gente en estos festivales”.
Exactamente a las 22.10 de la noche se escucharon los primeros acordes y el grito eufórico del público dándole la bienvenida al escenario principal de la Fiesta de la Soberanía.
Inició su show al ritmo de “No me importa nada más”, tema que minutos después calificó como "un rock furioso".
Le siguió uno de los clásicos de su repertorio: “Perdiendo el control” que comenzó con el piano y terminó con la ovación del público. Le siguió “Undotrecua”, “Llamame”, todos acompañados impecablemente por un público que no dejó de cantar ni bailar un segundo.
Luego, Mateos hizo una pausa en su show para expresar su felicidad por “estar en el Sur de la Argentina”, y tomó unos minutos para hacer una introducción al siguiente tema; un tributo a los héroes del Ara San Juan: "Corazón con wifi", que provocó la emoción del público.
A continuación y con un público que mantuvo expectante a cada palabra de su ídolo, Mateos anunció una canción “para la tertulia, para los amigos, para que cantemos todos” y empezó a sonar "Bar Imperio.
Siguió “Sólo con mi sombra en la pared” y uno romántico con el que se autodenominó “El menos complicado de los hombres”.
Ya palpitando el final del show, Mateos paseó a sus seguidores con “Va por vos”, “Nene que vas a hacer”, “Es tan fácil romper un corazón” y al unísono con su público, sobre el final de su show, tocó el infaltable en el repertorio: “Tirá para arriba”.
De esta manera se desarrolló la tercera noche de la Fiesta de la Soberanía, miles de familias se retiraron con total satisfacción del sector de espectáculos para disfrutar de las múltiples opciones del predio ferial.
El clima, totalmente cálido y favorable, hizo que el lugar permanezca colmado de personas.
Paralelamente, en el Cerro de la Caballada, se desarrollaba la tradicional Vigilia, organizada por tercer año consecutivo por la Agrupación Folklórica del Norte y del Sur, para recibir allí, en el emblemático sitio donde se desarrolló la Gesta de 1827, el 193° aniversario del 7 de marzo.