Por Eduardo Fibiger, Director de VillalongaHoy y FM TIEMPO.

Las recientes declaraciones del Gerente Técnico de CORFO Río Colorado, Ing. Marcos Aragón, sobre el apoyo que el ente provincial dio a la represa de Portezuelo del Viento en Mendoza, generaron honda preocupación en el sector productivo de Villarino y Patagones.

Es que el funcionario provincial admitió en declaraciones públicas realizadas por este medio, estar de acuerdo con la obra mendocina que retendría un gran caudal de agua del río Grande, principal afluente del Colorado, reconociendo además que en el caso de que Mendoza no respetase los acuerdos sobre cupos, se debería recurrir a la suprema corte de justicia y esperar sus tiempos.

Tiempos que, todos saben, no son los mismos que maneja el sector productivo. De ahí la preocupación.

En los últimos días se allego a la región la Fundación Chadeleivu con sede en Santa Rosa, La Pampa, con sus 50 años de experiencia en el tema  a explicar los peligros que corre no solo el sector productivo por los malos antecedentes de Mendoza en cuanto a no respetar los acuerdos interprovinciales sino también para la población civil por la posible la falta de agua potable como quedo evidenciado estos meses donde la localidad de Stroeder se vio privada del vital líquido durante varias jornadas.

Esa situación, si bien fue atribuida desde la presidencia el bloque de Juntos por el Cambio de Patagones que ostenta Marcelo Castronovo (hoy oficialismo) a la falta de inversión de la empresa ABSA, no es menos cierto que sus palabras publicadas por el diario Noticias, apuntaron también al bajo nivel de agua que tiene hoy el río Colorado.

A pesar de ello, días posteriores, el Ing. Aragón ratifico sus dichos públicos y la postura que tiene CORFO sin tener en cuenta las dudas con fundamentos ciertos y claros tienen muchos sectores de los distritos mencionados.

Es necesario tener en cuenta que la actual conducción de CORFO, comandada por el Ing. León Somenson y el propio Aragón, responde claramente a las decisiones de orden provincial y nacional en cuanto a la obra mendocina debido al acuerdo entre los tres estados que hasta el 10 de diciembre serán del mismo color político.

Sin embargo, como todos saben, eso cambiará ese día. Por lo cual muchos por estos lados se preguntan qué hará el nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff, con las autoridades de CORFO que han mostrado un alineamiento más allá de lo prudente en los últimos cuatro años con el gobierno que se va.

 Una “punta” de lo que puede pensar hacer el nuevo gobierno provincial lo dio quién fuera el candidato a intendente del Frente de Todos de Patagones, Ricardo Curetti, quien también por este medio, había pedido “un golpe de timón” en CORFO.

No es un dato menor. No solo porque lo solicita uno de los máximos referentes del Frente de Todos de unos de los dos distritos involucrados, sino también porque Curetti fue el impulsor de la llegada de Somenson a la administración de la corporación con varias premisas.

Una de ellas era descentralizar CORFO, algo que Somenson nunca cumplió, incluso terminó alineándose y promoviendo a los funcionarios que ya estaban en el ente provincial, entre ellos a Aragón, decepcionando no solo a su mentor político sino también a su espacio que en ese momento era el Frente para la Victoria (FpV) hoy Frente de Todos.

Más allá de este dato político, la realidad también marca un deterioro institucional claramente visible e imposible de ocultar.

Al manejo discrecional que antes de la llegada del actual administrador había y que continuó, se le puede agregar, por ejemplo, que desde el 2017 se le quito al ente provincial cierto poder de autarquía que poseía como lo es en materia de pagos a proveedores ya que hoy se realizan desde La Plata y no desde su casa central de Pedro Luro como antes sucedía;  la denuncia de UPCN sobre la precarización laboral de los empleados; la entrega del área de máquinas al Consorcio Hidráulico; el pago de millones de pesos por accidentes fatales ante la falta de obras de seguridad en el Canal Unificador III como lo dictamino la justicia o la clara desigualdad a la hora de invertir fondos públicos o privados en obras de infraestructura en favor del distrito de Villarino en perjuicio del de Patagones y que afectan, por ejemplo, a Stroeder o el mal estado de los puentes sobre el canal Villalonga algo que debió solucionarse con el dinero del Plan de Optimización de la Infraestructura del Valle Bonaerense del Río Colorado y que está a la vista que no se realizó como debiera.

Para muchos está claro que, como pidió Curetti en su momento, debe haber un “golpe de timón” debido a que, probablemente, los intereses del nuevo gobierno provincial y los productores no seran los mismos que tienen las autoridades actuales de CORFO.

Finalmente y según pudo saber este medio, los productores de ambos distritos quedaron muy preocupados tras la charla con los pampeanos. Es más, estarían de acuerdo con participar y organizar una movilización junto a pares de Río Negro y La Pampa el próximo año en defensa del río Colorado, algo que, paradójicamente, debió hacer CORFO que fue creado para tal fin.

Eso podría evitarse, tal vez, si el nuevo gobierno provincial en acuerdo con los productores de ambos distritos decidieran dar “un golpe de timón” tomando algunas medidas urgentes como, por ejemplo, interviniendo CORFO o designando nuevas autoridades que estén más consustanciadas con las necesidades de la zona de riego más importante que tiene el estado bonaerense.

Urge recuperar a un ente como CORFO Río Colorado para que vuelva a ser uno de los “motores productivos y fundacionales” que supo tener la región e impedir que lentamente, pero inexorablemente como viene ocurriendo en la última década especialmente, vaya cayendo en una decadencia que hará imposible más tarde, poder levantar.