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Aapresid 2024: los productores se llevaron una agenda cargada de desafíos

“El mayor desafío para los agricultores es porque los consumidores y la mayoría de los políticos están desconectados del sector. En ese sentido, la agricultura no debería estar basada en ide...

Aapresid 2024: los productores se llevaron una agenda cargada de desafíos

“El mayor desafío para los agricultores es porque los consumidores y la mayoría de los políticos están desconectados del sector. En ese sentido, la agricultura no debería estar basada en ide...

“El mayor desafío para los agricultores es porque los consumidores y la mayoría de los políticos están desconectados del sector. En ese sentido, la agricultura no debería estar basada en ideologías, sino en resultados y por eso todo lo que hagamos tiene que ser sostenible”.

La frase corresponde a Robert Saik, titular y fundador de AGvisorPRO, plataforma global de conectividad móvil para la actividad agrícola de Canadá y uno de los mentores más representativos de su país, en un tramo de la conferencia en el panel denominado prAGmática: la alineación entre consumidores y productores, en el marco del XXXII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).

Sus afirmaciones representan gran parte del espíritu que sobrevoló el complejo La Rural de Palermo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, adonde el encuentro nativo de Rosario llegó por primera vez.

“Hoy transitamos la agricultura 5.0, una etapa de convergencia en la que las tecnologías se combinan y se pueden aprovechar para ayudar a la agricultura a alimentar al mundo de una forma lógica, pragmática y sostenible. En tal sentido, entiendo que no podemos aumentar los rendimientos; reducir el uso de fertilizantes y fitosanitarios; disminuir los gases de efecto invernadero; hacer que los cultivos sean más resilientes al clima y que los alimentos sean más nutritivos sin emplear la ingeniería genética, que es el futuro de la agricultura”, amplió el referente canadiense.

Más allá de las opiniones, el congreso Aapresid edición Nueva Amarok VW con la fuerza de Expoagro dejó números que impactan acerca de la repercusión en CABA. Veamos:

—Participaron 12.000 visitantes, entre productores, empresarios, técnicos, referentes, estudiantes y profesionales vinculados al sector.

—En 6 auditorios y 3 salas de conferencias expusieron 450 disertantes en 160 charlas.

—El hall comercial contó con más de 150 expositores, muchos de los cuales realizaron lanzamientos y promociones especiales.

—Participaron representantes de bancos, empresas de insumos, productos y servicios, organizaciones y entidades, destacándose las incorporaciones de empresas afines a la ganadería, como el Foro Argentino de Genética Bovina.

—Uno de los atractivos de la cita fue la pista de test drive VW y Truck Show.

Malezas (con y sin control)

La aparición de malezas resistentes implica un desafío en todo el mundo, tal como se apreció en no pocas charlas. Las cifras coincidentes de organismos oficiales siguen impactando, ya que la caída en los rendimientos puede llegar hasta al 30 % del potencial de los cultivos, así como se compromete la inocuidad y calidad de las cosechas y la posterior operatoria industrial y comercial.

¿Qué hacen? Las caídas de rendimiento son por la competencia en el desarrollo de los cultivos en aspectos clave, como nutrientes y agua, especialmente, así como por la luz solar.

“Este año lanzamos una campaña llamada Temporada de Control donde, a través de charlas y capacitaciones en un formato de docencia, nos acercamos al productor para adelantarnos al uso de los productos sobre las malezas que, a lo largo de los años, han adquirido resistencias a diferentes herbicidas”, sostuvo Rolando Di Marco, crop protection leader región sur de Corteva.

“Hemos sembrado, en macetas, distintas malezas resistentes. En este sentido, para el sur de la provincia de Buenos Aires trabajamos con raigrás, avena fatua y crucíferas y en el centro del país con conyza, amaranthus y eleusine, por ejemplo, pero son muchas y muy importantes”, agregó.

“Este trabajo lo mostramos en vivo para un mayor reconocimiento de las malezas desde sus primeros estadíos hasta las etapas más avanzadas con el control de los diferentes herbicidas”, comentó.

“Y en esos estudios no sólo ingresamos nuestros productos, sino otros de la competencia. Está claro de que en esta problemática el trabajo es sobre un manejo integrado de las malezas donde, sí o sí, debemos combinar modos de acción si pretendemos frenar, o retrasar, la escalada de resistencia a los herbicidas. Y para eso hay que trabajar con todas las moléculas disponibles en el mercado”, amplió.

“En malezas debemos combinar modos de acción si pretendemos frenar, o retrasar, la escalada de resistencia a los herbicidas”, dijo Di Marco.

También dijo Di Marco que el sistema Enlist es, justamente, una forma para poder controlar. Y aquí también se trabaja con diferentes moléculas no sólo de la firma, sino también de los competidores.

En el centro y en el sudoeste bonaerenses se trabaja con problemas de las gramíneas en trigo y en cebada con especialistas como Víctor F. Juan, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) en Tandil; con Ramón Gijón, consultor privado y miembro de la Asociación Civil Argentina de Ciencia de las Malezas (ASACIM) en Tres Arroyos y con los asesores Esteban y Agustín Bilbao en Necochea.

Sobre el estrés abiótico

No fueron pocas las presentaciones respecto del estrés abiótico en los cultivos, donde el cambio climático casi siempre vuelve a ser mencionado.

“¿De qué se trata? Es cualquier tipo de estrés generado a partir del clima. Son situaciones relacionadas con la temperatura y las lluvias, por medio de golpes de calor o heladas, tanto por la falta como por el exceso”, explicó Gustavo Elías, gerente de Agronomía y Sustentabilidad de Yara.

También dijo que, si bien el fenómeno existía con anterioridad, el cambio climático puede hacer que los estreses sean más frecuentes o extremos.

“Siempre hubo, obviamente, heladas y golpes de calor, pero ahora se producen con más frecuencia. Pueden ser ciclos debido al cambio climático, pero la realidad es que, independiente de eso, el estrés se produce en algún momento del ciclo del cultivo”, aseguró.

En este sentido, Elías sostuvo que existe respuesta a través de una familia de productos denominada YaraAmplix, la cual integra bioestimulantes con nutrientes en cada uno de los productos para mitigar este impacto en los cultivos.

En el sudoeste bonaerense, en la zona de producción cercana al puerto de Ingeniero White, el promedio de lluvias anuales es de 550 milímetros que, incluso, en los últimos años se producen en forma muy diferenciada entre meses.

“Estas tecnologías tiene un impacto muy marcado en la producción. Justamente, porque uno empieza el cultivo con una situación hídrica con un potencial de rendimiento definido y, luego, suele haber distintos tipos de situaciones y eventos climáticos, de temperaturas extremas tanto de frío como de calor y ahí surgen las herramientas para estar mejor preparado ante cualquier situación”, contó.

Respecto de las fortalezas de los bioestimulantes y de los bionutrientes, Elías dijo que se trata de productos que están pensados para que actúen de la mejor manera posible y que, por eso, se combina la tecnología.

“¿Debilidades? En sí no existe ninguna, aunque el riesgo es que se piense en un reemplazo directo de bioestimulantes respecto de una fertilización tradicional con nutrientes minerales. Eso está latente en la adopción de la tecnología y la realidad es que no son reemplazables, sino complementarios”, afirmó.

“La nutrición mineral resulta clave. Es uno de los inventos más relevantes de la humanidad respecto de la posibilidad de multiplicar los alimentos, ya que nutrir a un cultivo a través de una nutrición mineral y, ahora, con un bioestimulante como complemento, es algo muy positivo pero, insisto, de ninguna manera excluyente”, explicó.

“En tal sentido, resultan clave la capacitación y la posterior responsabilidad de los productores para acceder a toda la información que estas tecnologías requieren”, concluyó Elías.

En el mismo hilo, Antonis Angeletakis, director Global de Bioestimulantes de Yara, admitió que los agricultores argentinos son innovadores, ya que siempre quieren ser los primeros en utilizar nuevas tecnologías y, además, tienen como objetivo ser parte de una producción sostenible.

“Que existan estos productores es muy importante, ya que para las compañías se hace más sencillo alcanzar las metas de un futuro alimentario positivo para la naturaleza. Es decir, nosotros no podemos hacerlo solos, sino que los necesitamos”, comentó.

“Esta característica de los agricultores argentinos no se ve en todo el mundo y no siempre existe el mismo enfoque para apostar a la innovación”, añadió Angeletakis.

Fertilización, líquida y fosfatada

En este contexto de innovación y tecnología, las presentaciones para lograr los mejores rendimientos y la sustentabilidad indispensable para la producción, la fertilización líquida fosfatada se presenta como una nueva herramienta cuando se buscan los mayores potenciales desde la semilla.

“Entendemos que, conceptualmente, la nutrición hacia al cultivo está orientada a las mezclas químicas de máxima biodisponibilidad, que son las que les va a permitir al productor maximizar sus resultados”, señaló Leandro Armoa, gerente general de Agri Liquid Solutions (ALS).

“Dentro de las mezclas químicas pueden existir las sólidas y las líquidas y, en ese sentido, nosotros vimos que las fuentes líquidas tienen un potencial y beneficios mayores, dado que permiten optimizar logísticamente la aplicación y reducir costos y volúmenes, con lo cual la propuesta es disruptiva para la región porque el productor argentino está acostumbrado a fertilizar con un sistema granulado sólido”, añadió.

También dijo Armoa que, en otras partes del mundo, como en los Estados Unidos, por ejemplo, las fuentes líquidas a la siembra están masivamente impuestas. Y que, en referencia a fosfatadas, ocupan alrededor del 0,1 % del mercado en la Argentina, aunque “es un nicho muy importante para crecer”.

“Las fuentes líquidas de fertilización permiten optimizar logísticamente la aplicación y reducir costos y volúmenes”, sostuvo Armoa.

“Es una buena estrategia de crecimiento para el productor, porque esta opción le permite reemplazar esa fuente arrancadora teniendo beneficios, principalmente económicos, pero además tratando de alinearnos en las buenas prácticas agrícolas que hoy demanda la sociedad; es decir, tener prácticas sustentables de trabajo, porque se trata de un producto de menor impacto ambiental”, aseguró.

“Para insertar esta tecnología debíamos ir con una propuesta integral de llave en mano y por eso desarrollamos las soluciones en la cadena completa a partir de un kit que se instala en cualquier sembradora. ¿La forma más eficiente de aplicar el producto? Es incorporarlo en el surco durante la siembra. El fósforo es un nutriente que tiene baja movilidad en suelo, con lo cual colocarlo cercano a la semilla en el momento de la germinación y en profundidad es la condición ideal”, concluyó Armoa.

¿IA o un retorno a las fuentes?

La inteligencia artificial fue uno de los temas que más atención concitó en la reciente cita de Aapresid.

El canadiense Robert Saik también opinó al respecto: “Hay dos momentos en los cuales se toma una decisión en un campo. Uno es la predicción y aquí es donde la IA puede ayudar realizando una recopilación de información y haciendo una predicción sobre lo que podría suceder. La otra es el juicio; es decir, algo que los agricultores hacen todos los días: tomar decisiones basadas en información”.

También dijo que, en agricultura, la IA significa inteligencia aumentada y no artificial.

“Creo que esa IA, conectada a sensores y dispositivos de detección remota, aumentará nuestra capacidad para tomar decisiones, ya sea aumentando la agricultura de precisión o con automatización como robótica, y jugará un papel importante en cómo aprovechemos los conjuntos masivos de datos para hacer las cosas de forma más eficiente”, concluyó Saik.

Fuente: https://www.lanueva.com/nota/2024-8-25-5-0-44-aapresid-2024-los-productores-se-llevaron-una-agenda-cargada-de-desafios

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